Haikyuu: Futuros hijos ¿en el pasado?

El primo de Kotaro y Kazumi

Una vez que cayó la noche. El campamento se quedó en completo silencio después de que todos lograran quedarse dormidos.

Kotaro dormía tranquilo al lado de su madre. Kazumi dormía abrazando su almohada. Hikaru se movía mucho mientras dormía. Tsuneo y Naoko dormían tranquilos. Ayari dormía algo movida.

Alex dormía tranquilo al lado de Shiro, quién dormía encima de él porque se movió hacia él mientras dormía. Mieko, por otro lado, dormía teniendo debajo de la almohada su teléfono.

En otras habitaciones, Tadashi y Takeo se molestaban unos a otros mientras dormían. Yoichi dormía agobiado ya que sus padres ahora le controlaban demasiado. Y por último Taiki, quien dormía tranquilo en aquella tranquila habitación. Había pocos integrantes en aquel equipo que fueran moviditos.

Y por último Hoshi y Akiro, quienes dormian; el primero tranquilo y el segundo movidito, ya que hecho a su hermano de su propio futon. Quedando Akiro durmiendo en dos futones y Hoshi durmiendo con su papá.

A la mañana siguiente, todo el lugar se llenó de bullicio.

Voces y gritos a primera hora de la mañana, estando la mayoría bastante adormilados.

La mayoría de los hijos se encontraban hablando con sus respectivos padres.

- ¿Entonces todo ha sucedido por culpa del hijo de Kageyama? -preguntó Tsukishima sarcástico- ¿Por qué no me sorprende que haya sido él? -mencionó recordando el accidente- A, si. Es cierto. Porque su otro padre es un enano de pelo naranja que ha hecho que su patético hijo cometa el mismo error que él -se burló el rubió.
- ¡Tsukki! -le regaño su pecoso.
- Papá, solo fue un accidente -habló Kazumi- son cosas que pasan. Además no tardaremos en volver. O eso esperamos, solo necesitamos conseguir que se nos permita el uso de las instalaciones para poder volver a casa -habló apenada.
- Tú tranquila Kazumi -habló Kotaro- ya he hablado con nuestros padres.
- ¿A sí? ¿Y qué han dicho? -cuestionó con curiosidad.
- Ambos estaban algo enfadados pero preocupados e intentarán hablar con los tíos, quienes se encuentran en Tokyo para solucionarlo todo.
- ¿Y cómo esperáis volver sin dinero para la explosión? -pregunto su padre.
- Oh, eso es fácil -habló Kazumi- Nuestro Itoko... -tras eso solo se tapó la boca, ya que sabía que a su hermano no le caía bien su primo.
- ¿Itoko estaba aquí? -preguntó molesto.
- En... Si, si. Bueno, yo, ayer me enteré de eso Nii-chan -dijo nerviosa y asustada por la mirada de odio de su hermano mayor.
- Me voy a correr -dijo seco mientras se retiraba del comedor.
- Nii-chan... -habló Kazumi apenada- ¡Espera Kotaro, te lo puedo explicar! -dijo para perseguir a su hermano. Quedando sus padres confundidos por la actitud de sus hijos.
- Su Itoko... -dijo Yamaguchi pensativo- O sea que es el hijo de Akiteru-kun -mencionó- ¿Por qué ha podido reaccionar así? -le preguntó a su novio.
- No lo se, tal vez sea cosa de que algo malo les haya ocurrido antes.
- ¿Cómo lo tuyo con Akiteru-kun? -preguntó Yamaguchi mientras le daba la mano a su novio.
-Sí, puede ser... -dijo mientras terminaba de desayunar.
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Flashback de Kotaro:

- ¡Eres un mentiroso Itoko! ¡Me dijiste que mi hermanita se encontraría a salvó y la has perdido! -gritaba Kotaro desesperado, mientras sus lágrimas recorrían sus pecosas mejillas.
- Yo... -Trató de justificarse- Yo no sabía que ellos provocarían un incendio. No sabía ni que era porque te tenían rencor -dijo asustado tratando de calmar a su primo pequeño. Mientras él mismo se mostraba brutalmente golpeado frente a su primo.
- ¡Eres un mentiroso! ¡Tenias que cuidar de nosotros y nos has traído a un bosque! ¡Mi hermanita ahora está pérdida! ¡Solo tiene cuatro años y tú, el mayor de nosotros la has perdido! ¡Se suponía que debíamos quedarnos en casa y tu me convenciste para venir con tus amigos a este estúpido juego! -dijo llorando- Por tu culpa puedo quedarme sin hermanita... -sollozaba fuertemente- Yo creía que eran un chico súper guay y valiente. Pero le has hecho daño a mi hermana... -decía molesto- ¡No pienso perdonarte! -gritó.

Aquello, le dolió mucho a su Itoko.

Aquel día que él tuvo que cuidar de sus primos pequeños, ya había quedado con sus amigos. Y, aunque les dijera que no, fueron a buscarle a su casa. Ya que le amenazaron con una paliza.

Convenció a sus primos pequeños de ir a un bosque a cambio de dulces. Y ambos aceptaron con inocencia.

Lo que no sabían, era que, aquella quedada de amigos. Ellos quedaron para jugar con fuegos artificiales y diferentes explosivos sin vigilancia de un adulto. En un principio, todo fue perfecto. Pero el constante ruido fuerte molestaba a la pequeña Kazumi, quien se puso a llorar pocos minutos después.

Aquello molestó a los amigos de su Itoko. Así que ellos fueron a golpear a la pequeña Kazumi sin importar que fuera una niña. Pero su primo lo impidió, recibiendo él la paliza.

Pero aquella distracción, creó que dejarán de vigilar el fuego de los fuegos artificiales y la dirección de estos. Provocando un gran incendio.

Kotaro y Kazumi fueron los últimos en salir corriendo. Pero su primo, al ver que sus primos pequeños tropezaron trató de ayudarlos. Pero en ese intentó, perdió de vista a Kazumi por la gran capacidad de humo del lugar.

Ambos chicos lograron salir a tiempo, y los bomberos rescataron a Kazumi poco después, dejándola en los brazos de sus padres.

- Te odio Itoko -fue todo lo que dijo Kotaro antes de que fuera al hospital junto a sus padres.

Su primo mayor carga con la culpa de ello, y por eso siempre intenta hacer que le perdone. Pero por muchas disculpas que dijera, el rencor y la ira seguían dentro de Kotaro. Y no lo pudo perdonar.

Fin del flashback
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- La familia Tsukishima está más dividida de lo normal -le dijo Mieko a su hermano.
- Sí, eso parece. Hace años que no sabemos de su Itoko -comentó Shiro.
- ¿Quién es el Itoko de los hermanos? -preguntó el padre de ambos niños para entrar en la conversación.
- Creo saber que su nombre completo es Yuto Tsukishima -dijo Mieko- Campeón de las Olimpiadas juveniles de salto de altura -comentó- la mala relación con sus primos ocurrió por un accidente con un mal grupo de amigos, desde ese entonces le odian.
- Joe, pues si que lo tiene mal a pesar de ser campeón olímpico -habló Kuroo.
- No creo que eso tenga nada que ver -habló Kenma- pero a lo mejor, la rabia de hacerle daño a sus primos, es lo que le motiva para esforzarse excesivamente -explicó serio.
- Hombre, pues puede ser -habló Mieko nuevamente- Últimamente han salido rumores de que se encuentra enfermo, y a lo mejor es por sobre esfuerzo -concluyó.
- Pues si eso por eso... Lo van a pasar mal -mencionó Kuroo.
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- ¡Tsukishima-san! -le llamó Alex.
- Cuanto tiempo Nikiforov -le saludó Yuto tras llegar al campamento y encontrarse con Alex. Llamándolo de esa manera ya que así se inscribió para las Olimpiadas juveniles.
- Sí, hace ya mucho, desde las Olimpiadas de hace un año -aclaró Alex.
- Para ser novato en las Olimpiadas has ganado bastante fácil -le felicitó.
- Puede que sea por la práctica, en patinaje sobre hielo compito con los sénior ¿recuerdas?
- Claro que lo recuerdo -dijo con una sonrisa- Por cierto, os he traído la ropa y todos los químicos que se necesitan para volver a nuestro espacio tiempo.
- Es un gran favor que nos ayudes con todo esto, Tsukishima-san.
- No es nada -dijo sereno.
- Pero, ¿puedo hacerte una pregunta?
- Claro.
- ¿Es cierto que por esforzarse excesivamente ahora se encuentra con una grave enfermedad que le impide seguir en las Olimpiadas, pero sigue llendo para soltar la rabia que tienes de ti mismo, sin importar que esa enfermedad pueda matarte con tan solo 24 años de edad?
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Hijo de Saeko, Akiteru y Tenma:

Su nombre es Yuto Tsukishima. Él tiene 25 años y es competidor en salto de altura desde los 21. No a ido a la Universidad. Su estatura es de 1.73. El tiene los ojos grises y el pelo negro con algunos mechones rubios. Él es muy sociable y no tarda en llevarse bien con sus compañeros o con otros competidores del mismo equipo. Cómo Alex, por ejemplo. Pero tiene esa enfermedad desde los 23, ahí fue cuando más le estaba afectando la culpa de no haber podido proteger a sus primos y no haber recibido la paliza desde un principio. Así que continúa compitiendo aún con su enfermedad, sabiéndolo tan sólo unos pocos. Ya que ni sus padres lo saben.