Mi hombre

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》Lamento enteramente haber tardado tanto en actualizar, he tenido bastantes problemas con mi trabajo, soy una simple mortal que debe trabajar para sobrevivir :c, en fin aquí está el capítulo y espero que lo disfruten

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[Yūji Pov]

-¿Qué estas planeando, Sukuna? ¿Por qué estoy aquí? -hable molesto a la vez que me giraba en todas direcciones buscando al responsable de no estar totalmente muerto aún, no es como si lo deseara, pero me molesta que se niega a dejarme morir-

-Mocoso! -se escucho su voz, y apareció en un parpadeo sentado en su trono- Te tengo un trato -sonreia macabramente mientras me miraba-

-¿Qué planeas? -decir que estaba molesto, era quedarse corto, para empezar mi novia, la madre de mi hija, estaba ahí afuera peleando con él maldito infeliz que me iba a mandar al otro mundo, y esta Maldición no me deja salir de aquí-

-Vaya, que mocoso mas irrespetuoso -soltó una carcajada que a pesar del tiempo que llevó conviviendo con esto, aún me calaba hasta los huesos-

-Vamos!, habla ya!, Kaori esta peleando sola contra ese maldito cambia formas, no tengo tiempo que perder contigo -grite frustrado-

-No está sola, pero tampoco podrán hacer mucho contra él -hablo seguro de sus palabras, dejándome momentáneamente sorprendido‐ Deja que me haga cargo de la maldición -más que una petición, su palabras parecian una orden directa hacia mí- Prometo no tocar a tu humana, ni matar a nadie más que al maldito de Kenjaku

-¿Pretendes que te crea? -hable totalmente incredulo cruzado de brazos- ¿Qué razón tendrías para ayudarnos en primer lugar?

-Toco a la mocosa -bien eso me desconcertó, ¿De qué mocosos estaba hablando?, pareciera leer mis pensamientos, porque inmediatamente antes de que le formulara la pregunta, continuó hablando- Cómo ya había dicho Yuna también es parte de mí, aunque no te guste, también es mía, y ese maldito hechicero de clase especial se atrevió a poner sus manos sobre ella, algo que es de mí propiedad, y eso no puedo perdonarlo -lo mire fijamente, si bien lo que dijo me desconcertó, hasta cierto punto sabía que no mentia-

-¿Cómo puedo estar seguro que no dañaras a nadie más mientras estés controlando mi cuerpo? -pregunte más que nada para aclarar dudas y que no vaya a jugar sucio-

-Esa es la razón por la cual te propuse un trato, más bien será un pacto, así que dime, lo tomas o lo dejas, no tengo tiempo para estar jugando -continuaba mirandome seriamente con su mirada apacible, imperturbable-

-Voy a tomar tu palabra, espero que cumplas -el soltó una sonrisa burlesca a la vez que inmediatamente tomaba posición de mí cuerpo-

[...Omniciente...]

Mientras tanto, en la pelea de Kaori y Tōdō contra el cambiaformas tenían bastantes problemas, al atacar a la maldición a la vez que evitaban ser tocados, por su parte la maldición parecía disfrutar del sufrimiento interno de Kaori ya que cada tanto le recordaba la "muerte" de Itadori...

Lo que ni uno de los tres en batalla esperaba era, que en el momento que Mahito planeaba tocar la espalda de la mujer, otro ente aparecería frente a él, plantandole cara, y en teoría protegiendo a la mujer, ya que fue lanzada a varios metros del lugar, el cambia formas al darse cuenta de la presencia del Rey de Las Maldiciones, retrocedió a una distancia segura, mientras no le quitaba la vista de encima, entre desconsertado y sorprendido.

—Vaya, quien diría que el Rey de las Maldiciones iba a proteger a una hechicera –hablo el peliceleste mientras recobraba la compostura‐

Una sonrisa siniestra se formó en el rostro del mencionado, quien no apartaba los ojos del categoría especial.

☆Wherever I go☆ Itadori Yūji Donde viven las historias. Descúbrelo ahora