☆Wherever I go☆ Itadori Yūji

¿Dónde Esta?

En el pergamino no especificaba nada con respecto a la maldición que fue impuesta en Kaori o en su pequeña, pero si contenía una variación de la técnica de tiempo que controla Naia, de momento lo único que se sabe es que ellas son capaces de oír las voces de quienes las visitan, ya que en más de una ocasión, al menos Kaori ha dejado brotar lágrimas aún estando inconciente...

[En la sala de interrogación]

-Yūji, ¿que harás con ella? -pregunto con una mirada llena de enojo, la hechicera norteamericana, Naia, mirada que iba dirigida hacia una de las principales causantes de lo sucedido con su amiga y su ahijada-

-La verdad es que me gustaría molerla a golpes -hablo calmadamente el pelirosado mientras miraba con enojo a la mujer de cabello rojo que estaba arrodillada en el suelo, la misma no decía nada ya que se encontraba amordazada- Pero que sería muy fácil eliminarla así como así, ¿tal vez debería cortar partes aleatorias de su cuerpo? -la sed de sangre en el pelirosado era palpable aún a pesar de su calmado tono de voz-

-Qué tal si pruebo con ella una nueva variación de mi ritual -comentó emocionada, a lo que Itadori la volteo a ver confundido- Bueno mi ritual consta del tiempo, así como puedo detener el tiempo de las cosas, estoy aprendiendo la forma de acelerar el mismo en objetos, quizá debería probarlo en una persona -sonreía con malicia mientras no despegaba su vista de la peliroja quien tenía una mirada de panico-

-Intenta no matarla -dijo Itadori sentándose en una silla a unos metros de las mujeres-

La extranjera se acercó a la peliroja y acercó su mano al rostro de esta, conjuro su ritual, una luz de color verde apareció provocando que tanto la hechicera como el pelirosado cerrarán ligeramente sus ojos ante aquel brillo, que al momento que se desvaneció mostró el rostro de Hiro, lleno de arrugas, y manchas en su piel, su cabello estaba opaco, sin brillo y con notorias canas, aun respiraba, ante el resultado de su ritual la chica rubia soltó un grito de emoción, por su lado Itadori estaba bastante satisfecho con lo que veía, la vanidosa peliroja estaba arruinada, observó como Naia salió unos segundos para volver con un espejo de unos 30cm de diámetro, que posicionó frente a la ahora anciana peliroja, quien al ver su reflejo comenzó a soltar lágrimas instantáneamente

-Creo que hice un buen trabajo, para ser la primera vez que pruebo este ritual en un humano -soltó conforme la rubia‐

-Sí, estoy de acuerdo -dijo Yūji saliendo del lugar junto con la extranjera-

《Dos días despues》
☆☆☆

Todos los hechiceros de cuasi primer grado o superior se encontraban reunidos en una de las salas de la academia, habían encontrado indicios del paradero del portador del cuerpo de Getō Suguru y la maldición cambia formas de categoría especial Mahito, se escuchaban distintos susurros en el lugar hasta que la presencia de los dos directores tanto Yaga Masamichi, de la escuela de Hechicería de Tokyo, y Gakuganji Yoshinobu en representación de la escuela hermana de Kyoto, se hizo notar

-Qué bien que todos guardan silencio -hablo primero el mayor, con una obvia referencia al mal educado albino del lugar-

-Hemos recibido información acerca del paradero de los causantes del estado actual de Gojō Kaori, y Gojō Yuna -antes las palabras del director representante de Tokyo varios en el lugar, que no conocían la situación soltaron una exclamación de sorpresa- Se no ha informado de actividad sospechosa relacionada al mundo de la Hechicería en Mount Kumotori, y como comprenderán el área de búsqueda es extensa, razón por la cual solo hemos recibido aquí a los mejores, partiremos mañana a primera hora, mientras tanto prepárense para la batalla

Se escucho un fuerte Hai de parte de todos los presentes, ambos directores se retiraron...

Por su parte Megumi y Nobara estaban caminando detrás de Yūji, quien estaba bastante molesto, ya sabia el paradero de los responsables de todos sus problemas, solo es cosa de actuar, pero no puede hacer nada ya que todo comenzaría mañana