Capítulo 3: La noche del cometa

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Narra Jeremy

Un día después de que pasara ese incidente le dije a Jenna que tenía que irme al taller, cosa que era mentira porque realmente fui a ver como estaba Vicki, pero no me dejaron pasar por el horario de visita. Pero lo que más me molestaba era que Tyler, el estúpido novio de Vicki ni siquiera la vaya a ver, me parece un idiota. Lo vi en el patio del instituto y me acerqué a él.

—Ey Tyler, tú que quieres mucho a Vicki ¿cómo está? ¿Está bien?

—Está bien y ahora largo de aquí

—¿Qué le ha pasado? ¿Saben que le ataco? ¿Saben si se va a recuperar? ¿Se alegró cuando te vio? ¿En qué habitación está?

—Te voy a partir la cara.

—Eso siempre lo dices, nunca lo haces. Porque podría ser aquí y ahora mismo. Dije eso y le di un empujón.

—Lárgate Gilbert, te lo advierto.

—Estoy harto de verte jugar con Vicki, como vuelvas a hacerle daño otra vez te juro que te mato.

Tyler me empujó, pero antes de que la situación pudiera ir a más, sentí una mano en mi hombro.

—¡Jeremy, ya basta! —dijo Bella.

Tyler me soltó y se alejó, murmurando algo que no logré escuchar.

—¿Qué fue eso? —preguntó Bella, arqueando una ceja.

—Tyler es un idiota. No soporto que trate a Vicki así —dije, aún enfadado.

—Lo entiendo, pero golpearlo no va a solucionar nada —dijo Bella, con un tono más suave—. ¿Sabes? Hay mejores formas de lidiar con esto.

—¿Cómo qué? —pregunté, un poco desafiante.

—No lo sé, pero seguro que no involucran acabar expulsado del instituto —dijo Bella, sonriendo ligeramente—. Además, ¿por qué te importa tanto Vicki?

—Porque... porque ella es importante para mí —dije, sintiendo un nudo en el estómago.

Bella me miró con una mezcla de curiosidad y algo más que no pude identificar.

—Bueno, la próxima vez, avísame. Quizás pueda ayudarte a pensar en algo mejor que un puñetazo —dijo Bella, dándome una palmada en la espalda.

Narra Bella

Me alejé de Jeremy, sintiéndome un poco más confundida de lo que esperaba. Sabía que Vicki le importaba, pero ver la intensidad en sus ojos me hizo sentir algo que no había sentido en mucho tiempo. ¿Celos? No podía ser. Apenas lo conocía.

—Bella, enfócate —me dije a mí misma, tratando de sacudir esa extraña sensación.

Después de las clases me volví a casa, Stefan no estaba, solo, estaba Damon, aunque lo ignore, no quería hablar con nadie. Pero alguien entro en casa, y fui a ver quién era a sí que baje, pero Damon llego antes que yo y no tuve más remedio que escuchar.

—¿Está Stefan?

—No, soy Damon, el hermano mayor

—Oh, si Bella hablo de ti, la verdad es que sí que os parecéis.

—¿Tú debes de ser Elena, verdad?

—Sí, la misma

—Por favor pasa, Stefan llegará en cualquier momento. Sabes, ahora entiendo por qué a mi hermano le gustas, pensaba que no iba a superar lo de la última, Katherine, su ex.

entre sangre y amor - jeremy gilbertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora