Fix It All

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Escrito el 05 de Julio del 2024.

Palabras: 6, 819

Dios no jugaba a las cartas-- Jason Todd era prueba de eso

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Dios no jugaba a las cartas-- Jason Todd era prueba de eso. Dios jugaba a las muñecas, y Jason era su favorita. Una linda muñeca a la que puso en una casita, pero no en una colección sino en una hecha de cartón a mano. Dios lo sentaba en la mesa junto a otra muñeca a tomar el té en tazas vacías.

Jason sentía sus extremidades rígidas, sin poderlas mover a su propia voluntad. Estaba comiendo cereal de desayuno  en la cocina mientras veía Las Tortugas Ninja en un televisor de caja. A su lado estaba Jonathan Crane con sus manos en el periódico en lugar de su desayuno de un huevo duro acompañado de un pan tostado y café. El perdedor de Nygma ayunó para cambiar la bombilla fundida de la cocina. Estaba encima de una escalera de dos escalones trabajando a un lado de la mesa.

La domesticidad de la mañana le daba picazón a Jason y él estaba con sus manos atadas, sólo pudiendo elevar su mano para llevarse el cereal a su boca en vez de rascarse. Quería aventar la mesa y salir corriendo de ahí. Todas las mañanas que despertaba en su cama individual se preguntaba por qué aceptó mudarse con ellos.

La presión del aire encima del cuerpo de Jason lo estaba aplastando. Logró mover su pie unos centímetros en su lucha por recuperar su cuerpo. Su pie alcanzó a chocar contra la escalera, y  Nygma tambaleó y perdió su equilibrio, besando el suelo en consecuencia.

Jason suspiró satisfactoriamente. Esas ansias lo estaban carcomiendo, y las tiró todas en su patada contra la escalera. Giró su cabeza y estiró sus brazos hacia arriba mientras bostezaba.

—Cielo, ten más cuidado... No queremos que rompas la única bombilla de repuesto que tenemos —dijo Crane, ajustando sus lentes de lectura sin despegar su vista del periódico al mismo tiempo que hacía un par de notas en una pequeña libreta.

Edward gimió adolorido desde el suelo, y Jason saboreó la victoria junto a sus cereales. Ahora recordaba por qué se quedaba con ellos. Antes de que Edward se parara y le echara la culpa a Jason de su mala suerte como siempre, se levantó de la mesa.

—Ya acabé. Me retiro —dijo. Antes de salir de la cocina, agregó—: Nygma, los focos van al techo. No en el suelo. Y te proclamas a ti mismo como un genio.

—Maldito mocoso. ¿Cómo se atreve? —Edward dijo entre dientes, se levantó y sacudió sus pantalones—. No entiendo por qué debemos tenerlo aquí en casa, solo es un estorbo.

En lo único que estaban de acuerdo Nygma y Todd era que Jason no debería estar con ellos. Sin embargo, no hacían nada al respecto mas que quejarse y provocar problemas al otro para que Crane echara a patadas a uno de ellos-- como si ambos estuvieran encadenados y no pudieran solo salir por la puerta y listo

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