gardenia // jiminjeong/winrina au

VII

"Una verdad, demasiadas mentiras."

La semana pasó tan rápido que ni siquiera tuve tiempo de pensar en otra cosa que no fuera "trabajo". Había sido agotadora, pero al menos nuestras preciadas vacaciones se abrían paso con el sonido de los gritos emocionados de Ningning.

Todas estuvimos de acuerdo con ir a vacacionar a un lugar montañoso, con mucha nieve y quizás tendríamos la oportunidad de practicar esquí o snowboarding.

Llevamos toda la mañana haciendo maletas y preparándonos para nuestro vuelo, viajaríamos a Japón.

— Aeri, ¿empacaste las mascarillas? — La voz de Jimin irrumpió en nuestra habitación.

— Sí, están en la parte de enfrente, así no se pierden.

Cómo solíamos compartirnos casi todo, era una costumbre que por lo regular todas empacaban cosas para todas; mascarillas, suéteres, gorros, cremas y maquillaje.

Mientras yo cargaba mi maleta de suéteres y sudaderas sentí como alguien tocaba mi hombro. Jimin.

— Jeongie, ¿quieres qué llevé pastillas para el vuelo?

— Oh, unnie, por supuesto. Gracias.

Su cálida sonrisa me dio los buenos días, y yo solo atiné a mirarla torpemente, regresándole la sonrisa.

— Por cierto, compré esto para ti — Sacó los brazos de detrás de su espalda y frente a mis ojos apareció un lindo conjunto de bufanda y gorro. Era al color de la nieve. — Pasé por esta tienda hace unos días, y no pude evitar pensar en ti usandolo, así que lo compré.

Pensé que sería imposible que su sonrisa se volviera aún más encantadora, pero con el simple hecho de su hoyuelo saliendo a relucir junto a ese adorable color en sus mejillas había cambiado esa idea.

¿Cómo se le pone nombre a este sentimiento que me golpeaba en el pecho? No había forma que una sola palabra guardara todo lo que me hace sentir.

— Muchas gracias, Jimin unnie — tomé el conjunto con una mano mientras usaba la otra para tapar mis labios temblorosos.

— Hey, no vayas a llorar — Ella se rió tan bonito que mis ojos solo pudieron remojarse aún más — Ven aquí.

Me atrajo a sus brazos y me apretó fuerte contra ella. Por favor, déjenme aquí toda la vida.

El momento terminó mas pronto de lo que quería, pero nuestra manager ya estaba llamando al teléfono de Karina.

— Nos quiere en 15 minutos afuera.

Y salió de la habitación.

Miré por ultima vez el conjunto antes de ponerlo en mi maleta, con eso siendo lo último que empacaría. Aunque aun faltaban los cigarrillos que estaban escondidos en la parte mas trasera del cajón de mi ropa interior.

— No hablaste con Hyunjin sunbaenim.

— ¿Uh? ¿Para qué lo quieres a él? — Sus palabras habían sonado como una rotunda afirmación. Por supuesto que había hablado con él, más que antes, pero qué le importaba a Aeri.

— Pensé que lo invitarías o algo.

— ¿Qué demonios, Aeri? — La miré juzgona. De verdad este asunto con Hyunjin oppa estaba molestandome demasiado. No solo estaba asumiendo cosas que no eran, sino que también lo metía en cada conversación que teniamos ella y yo.

— Sé que me comenzarás a tratar de loca y eso, pero veo quimica entre ustedes — La volví a mirar incredula — ¡Vamos! Nunca te había visto tan pegada a tu teléfono desde... ¡Nunca!