Continuemos.
En las afueras del palacio, el pueblo se regocijaba por saber que sus tierras harían alianzas con los reinos vecinos a través de posibles enlaces matrimoniales llevados a cabo por sus príncipes.
Si, ya se había corrido la noticia de que ambos príncipes de la corona serían cortejados durante dos lunas acompañados por sus chaperones de la corte. Mientras que la princesa comenzaría con sus estudios para heredar el reino de sus padres, pues era única que parecía más centrada en jamás irse, y por supuesto todos los plebeyos, así como hijos de los miembros del consejo querían saber quien sería el elegido para volverse su rey.
Era el tiempo perfecto para que también el príncipe alfa partiera en busca de conquistar el corazón de la princesa del reino que se encontraba al este.
Aquella mañana, el más joven de los príncipes se despertó un poco cansado, pero se encontraba bastante feliz. Habían sido dos semanas donde aquel rey se encargaba de endulzar sus oídos y cada día se sentía más a gusto de compartir palabras, poemas y pensamientos.Sentado sobre la cama preparada para él sonrió y se volvió a tumbar emocionado por el paseo que su padre había autorizado para ese día.
Un paseo en caballos en el reino.
Hacía un poco de más de dos lunas que se le había permitido, pasear con escolta las principales calles del reino. Era sin lugar a duda su actividad favorita, además de leer novelas románticas.
- Alteza... - escuchó al otro lado de la puerta.- Ya hemos preparado su baño y ropas para este día.
Entonces se puso de pie aún más emocionado. Las dos doncellas en sus aposentos le ayudaron a retirarse las ropas de seda que se encargarían de limpiar su piel y embellecerlo para el paseo junto al Rey.
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"100 ROSAS ROJAS" - Kookmin
Historical FictionQuizá no era el tiempo de decirse te amo, pero aún así lo hicieron porque sentían amor el uno por el otro. Tal vez era demasiado pronto caer ante el amor del castaño, pero el tiempo no estaba a su favor. Las lilas llegarían a perfumar su vida antes...