Quizá no era el tiempo de decirse te amo, pero aún así lo hicieron porque sentían amor el uno por el otro.
Tal vez era demasiado pronto caer ante el amor del castaño, pero el tiempo no estaba a su favor.
Las lilas llegarían a perfumar su vida antes...
Estamos a poco de entrar al nudo de la historia, ojalá y les guste 🥰
Continuemos.
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Jeon So-Hee aquel día se encontraba extrañamente a vista de toda su corte, de un buen estado de salud, como hacía mucho tiempo no lo hacía. Cuando supo que su hijo estaba de vuelta en el palacio una fuerza surgió de ella y se esforzó a salir de la cama para recibir a su preciado hijo en cuanto el llamase a su puerta.
Lo que nunca espero fue la grata sorpresa de tener la oportunidad de ver con primicia al príncipe que desposaría pronto, ni el hermoso detalle que le fue entregado a su dama esperando que fuese de su agrado, de acuerdo a las palabras del dulce omega.
- Le agradezco por permitirme presentarme ante usted al mismo tiempo que recibe a su majestad el rey.- hizo una reverencia.-
- El placer ha sido mío su alteza, su regalo me honra y me llena de alegría recibirlo, tanto como la llegada de usted y mi preciado hijo, rey legítimo de Dongnam.- sonrió, tomó las manos del rubio.- En hora buena, mi dulce príncipe serás un gran rey a su lado.
Jimin asintió con las mejillas coloradas y aquello le pareció algo muy noble, como inocente a la reina. Que finalmente soltó al omega para abrazar a su hijo con lágrimas en los ojos.
- Madre... He vuelto con la esperanza de todavía tenerte con vida.- dijo el alfa con cariño.-
- No hay nada más que mi corazón deseara, poder verte regresar a Dongnam con vida y a salvo mi dulce hijo.- un par de lágrimas se deslizaron en sus mejillas pálidas.- Han sido lunas difíciles, pero todo está bien ahora que mis ojos te pueden ver.
- La diosa no podía permitir que no me volvieses a ver... - dijo secando las lágrimas de su madre y con voz tranquila.- Has sido una hija buena con ella y una buena madre con tu reino.
La reina asintió y abrazó un poco más a su hijo bajo la mirada conmovida del príncipe omega, entendía mucho de la personalidad del rey viendo la estrecha relación que este poseía con su madre.
Sintió que en verdad la diosa Luna era bondadosa y le agradeció por permitirle llegar a tiempo para que conociese a tan hermosa reina, digna en su totalidad de portar la corona y cumplir su deber para el pueblo. Esperaba poder llegar a ser un rey digno como lo era ella, poder ver uno de sus hijos asumir el trono con tanto amor y admiración como lo hacía en ese momento la castaña.
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