Continuemos.
Frente al denso bosque, a las afueras de las calles del reino de Gaya Jimin finalmente subió al carruaje que lo mantendría cómodo y seguro en el viaje que constaría de dos lunas aproximadamente, según los mismos guerreros de Dongnam que acompañaban a el rey Jeon.
Al igual que los miembros de su corte fueron colocados en otros carruajes para que no demoraran su llegada a Dongnam yendo de pie.
- ¿Estás cómodo mi príncipe?
- Ah... Sí. - dijo el rubio un poco descolocado por la forma que se dirigía el rey hacía el.-
- Bien, durante el camino haremos dos pausas, la primera para que puedas comer algo, y la segunda nos encargaremos de buscar alguna aldea en donde puedas descansar cómodamente antes del último rayo de sol.
- Entiendo, le agradezco majestad.
Jungkook sonrió al ver las mejillas ruborizadas de Jimin, que a sus ojos era como un libro abierto al demostrar sus emociones e inquietudes. Así que sin más corrió la cortina del carruaje y cerró la puerta con el omega completamente avergonzado y sensible por la preocupación que le había mostrado ante el largo viaje que se aproximaba.
No supo cuanto tiempo paso, solo encontró como un buen compañero el leer un libro de romance durante su primer día camino a un nuevo reino. Hasta que el sueño lo venció y se recargó hacia uno de los muros acolchados del carruaje, ignorando el momento en el que se detuvieron para que algunos de los viajeros estiraran las piernas y buscarán agua para poder beber y al mismo tiempo darles un descanso a los caballos.
Su dama de compañía entonces llamó a su carruaje, preguntando si le apetecía comer algún dátil, beber agua, té o su capa para el cambio de temperatura que se aproximaba, pero no hubo respuesta ya que el príncipe estaba profundamente dormido.
Ante ello el rey Jeon se acercó y lo pudo observar con un ligero puchero en los labios, mientras sus largas pestañas caían en su rostro al tener los ojos cerrados. Era una posición un tanto incomoda para dormir, así que pidió que la dama se encargara de acomodarle en una mejor postura y que este continuara durmiendo.
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"100 ROSAS ROJAS" - Kookmin
Исторические романыQuizá no era el tiempo de decirse te amo, pero aún así lo hicieron porque sentían amor el uno por el otro. Tal vez era demasiado pronto caer ante el amor del castaño, pero el tiempo no estaba a su favor. Las lilas llegarían a perfumar su vida antes...