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Al abrir la puerta de edificio Soo-Ah vio a Jumin Han, parado frente a su auto. Cuando él se dio cuenta de que ella salió del edificio se dirigió a ella para saludarla.
— Buenas noches.
— ¿Qué tal está? —. Ella sonrió de una forma cálida, mientras agitaba suavemente la mano para saludarle.— Espero haya tenido un buen día hoy.
— Digo lo mismo —. Se detuvo un momento antes de volver a hablar.— ¿Vamos?
Ella río un poco y asintió, Jumin la llevó al lado del copiloto y abrió la puerta para ella, después él entró al auto del lado del conductor. Usualmente Jumin usaba a su chófer, pero quería que ese día fuera especial.
El camino hacia el restaurante fue bastante tranquilo, ninguno de los dos hablaba mucho, pero en realidad no se sentía incómodo, era un silencio agradable. Al llegar, Jumin abrió la puerta para ella, y dejó las llaves al valet parking.
El restaurante era bastante bonito, Soo-Ah nunca había entrado a ese restaurante, pero seguramente seria un lugar al cual hubiera entrado alguna vez.
Ya estaba la reservación, así que los llevaron hasta su mesa, la cual estaba en un lugar más apartado para poder tener una buena conversación entre ambos. Después de unos momentos, mientras ambos veían el menú, Jumin decidió romper el silencio.
— Quise invitarla a esta cena, porque me parece una mujer interesante. Me gustaría conocerla más.
— Me alegra que compartamos opinión. Lo vi un día en la cafetería, desde ese momento pensé que podría ser divertido conocerle.
¿Divertido? Pensó Jumin para sí mismo, era algo que en realidad nunca lo había escuchado de nadie, y le gustaba que ella pensara eso sobre conocerlo.
En ese momento el mesero llegó y les tomó la orden. Ambos pidieron y el mesero se retiró y nuevamente se encontraban solos.
— ¿Se dedica a algo más aparte de la pintura?
— Es a lo único que me dedico. Hace ya un tiempo empezó a ser bastante rentable, y además estudié la carrera — Sonreía mientras hablaba con él.— En un principio iba a dedicarme a la medicina, ya que mis dos padres son médicos, aunque desde antes sabía que me gustaba la pintura me daba miedo que no les gustara la idea. Al final hablé con ellos y no hubo mucho problema.
— Eso suena bien, supongo que tiene una buena relación con sus padres.
— Así es, me llevo bien con ambos, aunque a veces no podemos coincidir por cuestiones de tiempo.
Llegaron los platos y el vino que Jumin había encargado, pero de igual manera seguían hablando.
— Entonces ya que preguntó sobre mi profesión, me gustaría saber sobre su cargo en la empresa y claro qué es lo que hace C&R.
