El bósque

Capítulo 1

-Bienvenido Zee, espero que te sientas cómodo en este lugar. El bosque estuvo esperandote y nosotros también. Soy Letge, el Rey que el bosque escogió hace ya varias décadas. La Reina aquí presente es Liury, amante de las flores, y dueña de mí corazón.

-Bienvenido Zee, estamos gustosos con mí esposo de acogerte en nuestro hogar.

-Cómo es que sabe mí nombre?

Los reyes se miraron entre ellos entre risa y Letge continúo - Ella es Ratcha, el oráculo...por favor, habla Ratcha.

La mujer de pelo blanco se puso en pie y con voz audible empezó: -Pruk Panich. Has decidido viajar desde muy lejos. Ahora mismo estás en una encrucijada de asombro, duda y un poco de temor, pero no temas, estás aquí con un propósito. El bosque te eligió desde hace mucho tiempo y ahora tu ser interior decidió escuchar y responder al llamado.
Si tienes alguna duda que no te avergüences en pedirme ayuda, mí prioridad ahora eres tú, guiarte y acompañarte en tu destino.

-Realmente no entiendo nada, yo solo estaba en busca de...de... por Dios, no se que hago aquí.

-Tu corazón te guió hasta aquí, tienes un don que has tratado de guardar, pero ya es hora de que lo utilices. O acaso pensaste que el escapar de tu aldea te deshacías de las visiones que tienes? No, aunque viaje de un extremo a otro tus dones nunca te abandonaran. Estoy aquí para enseñarte a utilizarlos, y estás aquí porque el bosque te eligió. Ahora. Aceptas el llamado?- habló el oráculo callando toda duda y asombro del joven.

-Es tu desición muchacho...eres bienvenido- culminó con la presentación el Rey.

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Aún sin entender Zee aceptó quedarse en una de las habitaciones del castillo para poder descansar. Realmente estaba agotado por el viaje y exausto por las cosas que le dijo el oráculo. Antes de pasar a su descanso se le permitió tomar una ducha, dos doncellas del palacio lo guiaron hasta una de las habitaciones donde ya había un gran, pero gran tarro de madera donde tranquilamente podían entrar cuatro o cinco personas. Era como un estanque rodeado de ramas con hojas dentro del palacio. Zee estaba asombrado con una sonrisa en su rostro hasta que sintió cuando lo estaban despojando de sus ropas. -Hey! que hacen?- tironeo de nuevo sus prendas cubriéndose.

- Tenemos órdenes estrictas del Rey en servirle en todo lo que usted desea caballero. En todo- una de las doncellas contentó con su rostro al suelo, aunque antes de decir "en todo" lo dijo de forma provocativa.
Aunque la propuesta no era mala idea Zee recapacito:- Les agradezco sinceramente, pero de ahora en adelante puedo encargarme yo mismo de mí higiene. Les pido que se retiren por favor.
Las doncellas se miraron extrañadas y con dudas abandonaron el cuarto.
El joven aprovecho estando una vez solo y se quitó toda prenda para hundirse en la tibia agua que lo abrazaba felizmente. Recostó su cabeza en el borde del tarro tratando de unir toda la información que había recibido hasta ahora. Por un momento pensó que se quedó dormido en su caballo mientras calbagaba y que estaba soñando esto, o tal vez cayó  al suelo sobre una roca golpeando su cabeza, pero no...esto era tan real y a la vez una fantasía que solo en los cuentos podría llegar a pasar. En verdad el fue llamado por el bosque? Tiene un propósito en ese lugar? Cómo el oráculo pudo leer su vida como si fuera un libro abierto? Se hundió hasta lo profundo del agua aguantando la respiración una vez más para salir eh ir a descansar.

A la mañana siguiente las doncellas lo levantaron y le dieron una vestimenta nueva de colores en tonos mate. Tuvo una buena noche, una que no había obtenido en años, por primera vez sintió solo un vació oscuro en sus sueños y nada lo aterrorizó, descansó por horas sin interrupciones.
Le avisaron que el Rey, la Reina y el oráculo le estaban esperando para desayunar. La sola mención de alimentos hizo que su estómago rugiera por ellos.