Prólogo

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Estaba en aquella patrulla de policía con una manta resguardándome del frío otoño,junto a mi estaba Robin,mi mejor amigo, más bien,mi protector.

-. Tranquilos,niños. Están a salvo ahora.- Mencionó una mujer de la fuerza policiaca.
En mis adentros reí irónicamente; ¿Tranquilos? ¿Nos pedía que nos tranqulizaramos? ¡Por supuesto qué estábamos tranquilos! Después de vivir en el infierno por semanas ahora estábamos más que tranquilos... A sabiendas de que aquel monstruo de máscara horrible estaba muerto y que los niños que no lograron sobrevivir estarían cobrandoselas todas.

-. Finn...- Sentí la mano de Robin reposar en mi hombro.- Te lo dije,te dije que saliéramos de ahí...- Una sonrisa débil adornó su rostro,tenía el labio partido y un moretón en el ojo izquierdo, además de la múltiples heridas que yacían en su cuerpo.-  Siempre voy a cumplir mi promesa...Amigo.-

Le sonreí de vuelta.- Lo logramos...- Voltee hacia el anterior de la casa,de la cuál salían un grupo de paramédicos empujando una camilla,en ella estaba Vance Hopper,mi antiguo bully. Un hombre de los paramédicos le colocaban una mascarilla de oxígeno mientras que su madre subía a la ambulancia llena de lágrimas y pánico en su rostro.

Ni siquiera me inmuté al ver la escena. Desde que llegué a ese sótano pude notar que Vance era el dolor de cabeza del Raptor; siempre insultando, revelándose, incluso brindando algunos golpes a su propio secuestrador. En el fondo se lo agradezco,su actitudes insolentes hacian que fuera el objeto favorito del hombre,por lo que cada vez que bajaba se enfocaba más en él. Todo un personaje.

-. Le fué muy mal a él.- Recalcó Robin viendo la misma escena,hizo una mueca de desagrado.

-. Lo sé...- Mi vista se desvío a Bruce,mi "Compañero de celda" por así decirlo. Lo estaban abrazando sus padres y su hermana,una escena conmovedora.

Llegó una señora alterada de cabello largo y piel morena,de inmediato Robin la reconoció y sus ojos se encontraron,la mujer corrió hacia su hijo,algunos policías la internaron detener pero al ver que era su madre dejaron de hacerlo.

-. ¡Robin!- Se unieron en un abrazo,uno que me hizo sonreír.- ¿Estás bien?- Preguntó la mujer mientras de alejaba del abrazo,al ver el estado deplorable en el que se encontraba su hijo lloró con más fuerza.- Lo lamento,lo lamento mucho,hijo, esto es mi culpa.- Decía sollozante mientras estrujaba a Robin entre sus brazos.

-. ¿Pero que dices mamá? Tranquila...- El moreno correspondía el abrazo de su madre mientras acariciaba suavemente el cabello de la misma.- Estoy bien,deja de llorar.-

Desvíe la mirada a mis zapatos llenos de tierra y suciedad. No quería admitirlo pero me sentía peor que un perro abandonado. Nadie de había molestado en venir,o eso pensé hasta que ví a esa torpe niña caer de su bicicleta al verme,se levantó velozmente del suelo aunque tuviera las rodillas raspadas y con sangre botando de ellas.

-. Gwen...- Fué lo que alcancé a decir antes de que sus lágrimas empaparan mi camisa llena de polvo y manchas de tierra, aquél sótano estaba todo menos limpio.Ella se aferraba a la parte trasera de la camisa mientras susurraba mi nombre sin parar.

-. Finney, Finney...Finney...- Cerré los ojos respirando su aroma,lo extrañaba.- Hermanito...- Escuchar la forma en que me llamó me hizo relajarme por completo, fué lo que me indicó que todo había acabado.

-. Estoy bien Gwen.- Dije sonriendo inconscientemente,debía estar quejándome por la herida en mi cabeza, debería estar llorando del miedo, Pero no podía,estaba feliz.- ¿En dónde está papá?- Bajó la mirada al instante.- ¿Está ebrio verdad?- asintió y me separé del abrazo,estaba decepcionado y quería gritar con todas mis fuerzas,pero siendo franco,no tenía fuerzas.

-. Finney.- Suspiré con pesadez,una enfermera se acercó a mi y me indicó que me subiera a la ambulancia. Miré a Gwen y la volví a abrazar.

-. Vuelve a casa,si papá está ahí dále una patada de mi parte.- dije intentando bromear para aligerar las cosas,al parecer no funcionó ya que Gwen me miró preocupada.- Estaré bien, volveré en cuanto mejore. Dile a papá que en cuanto se le baje el alcohol y lo idiota que me busque en el hospital.- Asintió al instante y yo caminé hasta la ambulancia.

Mientras íbamos al hospital a una velocidad considerable miré fijamente uno de los pequeños pañuelos llenos de sangre,eran de los que la enfermera que iba sentada a mi lado estaba utilizando para limpiar el golpe que tenía en mi cabeza, sonreí sin razón,de verdad me sentía feliz, incluso el olor del antiséptico del vehículo me hacía sonreír. Estaba en paz,no estaba pensando en nada,en absolutamente nada,mi mente estaba en blanco.

Mis ojos comenzaron a cerrarse a la par que sentía un hormigueo en la espalda y un dolor que me recordaba a la migraña consumían mi cabeza,me tambalee y finalmente me desplomé en el suelo...

★ Youth in ecstasy ★  Rinney and Brance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora