Debido a que no absorbió un jodido por tal ahora mismo estoy jodido cada dos por tres una furra tetona y con culona que lo flipas se abalanza sobre mi joder macho no puede por una vez haber lesbianas vaya mierda
Me encontraba en un asiento y había tres furrys con portapapeles. Apretaron un botón, encendiendo una pantalla en la que aparecían pruebas básicas. Si lograba hacerlo bien, me daban un premio, comida o algo de chocolate.
??? : No soy un niño pequeño. Además, creo que piensan que tengo la inteligencia por los suelos.
Después de unos minutos, ellas se acercaron y me llevaron a otra sala. Las tres empezaron a preparar un producto que luego metieron en una jeringuilla.
??? : Odio esto.
Mi cara cambió, cerré los ojos y clavé mis uñas en los reposabrazos. Noté cómo las demás me sujetaban el brazo para que no lo moviera. Me pincharon, inyectando el producto, y luego retiraron la aguja. Me soltaron y una de ellas me preguntó.
?? : ¿Nos entiendes?
??? : Hombre, claro que os entiendo, cabronas.
Las tres lo celebraron, riendo y abrazándose entre ellas.
?? : ¡Lo logramos! ¡Puede entendernos!
?? : Esto facilitará mucho las cosas.
?? : Ahora podremos comunicarnos con él sin problemas.
-w- Las miraba serio además de incrédulo, ya que las había insultado. Ellas lo llevaron hacia una sala y lo liberaron de la silla de ruedas en la que estaba maniatado, incluyendo sus tobillos. Después, él las miró a través de un cristal y ellas hablaron por un megáfono.
??? : Vale, explíquenme qué pruebas tengo que hacer.
?? : Solo una demostrar que eres digno de ser Rey.
??? : Vaaale... No entiendo
?? : Tenemos que ver si eres realmente apto para el cargo ademas hay mas gente como tu que quiere el cargo.
Dijo, y luego apretó un botón haciendo que el cristal se cubriera por una capa metálica.
??? : ESPERA QUE?!
Las luces se apagaron y se empezaron a escuchar disparos. Me escondí como pude mientras una música empezó a sonar. Los gritos y disparos eran ensordecedores, y recordé lo que me inyectaron. ¿Sería posible que solo me permitiera hablar con ellas? ¿O acaso podría tal vez... matar?
Mientras me agachaba detrás de una mesa tirada en el suelo, el caos aumentaba. Los destellos de los disparos iluminaban la sala intermitentemente, y me di cuenta de que debía tomar una decisión rápida. Mis pensamientos se agolpaban: ¿Qué me habían inyectado exactamente? ¿Qué efectos tendría realmente?
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