Debido a que no absorbió un jodido por tal ahora mismo estoy jodido cada dos por tres una furra tetona y con culona que lo flipas se abalanza sobre mi joder macho no puede por una vez haber lesbianas vaya mierda
(Escuchen la música mientras leen) Mi pulso se disparaba cada vez más y apenas podía pensar. Me bloqueé por completo, con la mente nublada por el miedo y la confusión. De repente, escuché un grito detrás de mí. Me asusté tanto que caí al suelo, pero lo que ocurrió después fue aún más sorprendente. Sin pensarlo, mi mano se transformó en una Heckler & Koch USP.
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Después de disparar varias veces, vi cómo el zorro caía al suelo, gritando.
"¡AAAAAAAH! ¡POR FAVOR NO ME MATES!"
Con mi otra mano, cogí mi mano convertida en pistola y lo maté. Vi cómo su morro salía despedido, una parte de su cráneo delantero se abría y los ojos se le salían de sus órbitas.
"¿Pero qué cojones? Si es solo una pistola, no debería tener tal efecto como una escopeta."
Miré al furry, un zorro, y vomité debido al asco. Luego empecé a caminar por el lugar. Mi hipersensibilidad me estaba jodiendo demasiado, pero tenía que seguir moviéndome. Evitando quedar bloqueado, mataba a cualquier furry que me encontraba sin pensar. Llegué a matar a al menos siete.
Entonces, empecé a sentirme distinto. Me sentía bien, incluso disfrutaba de ello. Descubrí que podía transformarme en animal y en furry, y lo utilizaba a mi favor para mejorar mi agilidad, fuerza y rapidez. Me estaba encantando esto. Me sentía como alguien importante, el mejor, imparable. Aprovechaba cualquier situación. Si había dos peleando, mataba a uno y luego al otro. Si peleaban a puños, le cortaba el cuello al que ganaba y disparaba al que perdía, un gesto de misericordia. Algo que había que recalcar: todos eran machos, pero no importaba. Después de todo, a nadie le importaba su vida.
Una vez quedamos solo yo y un furry, las luces se encendieron y la música se detuvo. Era un furry, un caimán más alto y fuerte. Se encendió una televisión y una voz dijo:
"Duelo. Quien gane será digno de gobernar en el trono, además de ser el salvador del mundo y de fecundar a todas las hembras del mundo ademas de que eliguira el destino del perdedor "
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Sin pensar, me lancé contra él, cambiando de forma mis brazos. Empecé a darle una paliza. El caimán ya no se podía defender. Vi cómo se rendía y, en ese momento, tiraron confeti.
"¡Enhorabuena, has ganado! Dirígete hacia la puerta grande para ser atendido y ser recompensado", anunció una voz por el megáfono.
Miré al caimán, lo agarré del cuello y lo dejé paralítico.
"Patético. Me servirás mejor como juguete."
(Escuchen la música mientras leen) Caminé hacia la puerta grande, sintiendo cómo el cansancio se apoderaba de mí. Mi visión se volvió borrosa y mis brazos se movían con dificultad. Mis piernas apenas me sostenían. Al llegar a la puerta, se abrió, revelando lo que parecía ser un estadio lleno de furrys hembras, todas silbando, aplaudiendo y tomando fotos. Antes de que las enormes furrys dragones, dinosaurios y otras especies llegaran a asistirme, me desmayé, cayendo al suelo.
"Soy ahora su rey", pensé antes de perder el conocimiento. "Las gobernaré como se debe."
