The Legend of Britania

-CAPÍTULO I-

Año 512 de la III Era, 4º mes, día 16

Por fin pasó una semana, de hecho recuerdo bien ese día porque me levanté tan ilusionado que me caí de la cama. Me preparé y bajé corriendo a saludar a mi tío. Al verlo me abalancé sobre él. Marc me abrazó y me felicitó por mi cumpleaños, luego me dió dos monedas de oro y me pidió que fuera a comprarle dos pasteles a la señora Norris, esa mujer hacía los mejores pasteles del reino, y era una vieja amiga de mi tío.

-Hola señora Norris

-Hola cariño, felicidades, ¿hoy por fin empiezas, no?

-Si, venía a por unos pasteles

-Ah si, tu tío los encargó, toma- me dió unos pasteles de crema, me encanta la crema.

-Gracias - le dí el dinero y me despedí.

-Mucha suerte y ten cuidado

Volví a la taberna de mi tío y comimos los pasteles.

-Bien, y ahora a volver al curro

-¿Necesitas que te ayude en algo?

-No, hombre, es tu cumpleaños, no quiero que te pases la mañana trabajando aquí conmigo

-No te preocupes, me quedo aquí ayudándote, y luego comemos juntos

Nos pasamos el resto de la mañana trabajando. Una cerveza por aquí, un plato de guiso por allá y por fin llegó la hora de comer.

-Bien, chaval, voy a prepararte la comida, no te puedes ir de aventura con el estómago vacío

Marc me hizo mi comida favorita, pollo frito, os prometo que el pollo frito de mi tío es lo mejor del mundo.

-¿Qué tal? - me preguntó mi tío.

-Deli-mmh-cioso - le respondí con la boca llena del suculento manjar.

-A tu madre también le gustaba mucho, seguro que estaría orgullosa de ver cómo su pequeño sale de aventura

Al decir eso me puse un poco triste y le respondí:

-Seguro. La echo de menos

-Yo también, pero seguro que está bien, no te preocupes

Cuando era más pequeño mi madre se tuvo que ir de Britania, Marc no me contó el por qué y tampoco sabía dónde estaba.

Y tras terminar la comida, llegó el gran momento.

-Bueno, Kris, ha llegado la hora, ¿estás listo?

-Por supuesto, llevo practicando mucho para este día.

-Bien, pues ve a por tu primer encargo, y ten cuidado

Me acerqué al tablón, estaba nervioso, no sabía cual sería mi primer encargo. Al final me decanté por uno de capturar a unos rufianes que estaban molestando a algunos ciudadanos. Según el encargo, tenían un campamento en el bosque que estaba junto al pueblo. Fui junto a Marc a enseñarle lo que había escogido.

-Hmmm... Deberías esperar a que oscureciera un poco, puedes explorar el bosque de mientras.

Pues decidido a darles una lección a esos granujas, salí a explorar el bosque para encontrar su campamento y atacar cuando oscureciera.

Estuve un buen rato buscando el campamento fantaseando como de costumbre. Estaba atardeciendo y al final lo encontré. En el momento perfecto. Me acerqué sigilosamente entre unos arbustos para ver más de cerca. Había cuatro personas, los bandidos que estaba buscando. Esperé una oportunidad para atacar por sorpresa, pero de repente oí hojas moverse encima de mí, había algo en los árboles. Entonces, una figura bajó de un árbol y se quedó en frente de mí. Era una persona, y la reconocí de inmediato, era la chica que había entrado en la posada la semana pasada.