Introducción - Parte 2

467 44 12
                                    

Ness se quedó mirando el pozo durante unos segundos. Movió su luz más cerca para ver cualquier señal de que algo estaba pasando.

Sin embargo, la sustancia era tan oscura que no se podía ver a través de esta. Entonces lo notó: hubo una agitación.

Y luego cayó de espaldas cuando vio una mano salir de entre el líquido. La sustancia oscura se aferraba a ella como si quisiera volver a tragarse lo que sea que estuviera saliendo. Solo un momento después, un brazo entero salió. La mano se apoyó en la sustancia oscura como si fuera sólida; solo unas pocas ondas indicaban que no era algo sólido, sino un líquido.

Otra mano salió y también se apoyó sobre la sustancia negra. La elfa podía ver que, debajo de la sustancia, la piel de lo que estaba saliendo era increíblemente pálida, y eso contrastaba con todo lo demás.

Las dos manos impulsaron el resto del cuerpo fuera del pozo.

Lo primero que noto fue que lo que había salido era solo un poco más grande que ella; incluso podría decir que tenía el mismo tamaño. Su cabello le llegaba hasta por debajo de los hombros, pero ahora mismo estaba pegado a su piel mientras goteaba una sustancia oscura.

La figura tosió audiblemente mientras se quedaba arrodillada en medio del pozo.

Lleva un kimono de manga larga que llega hasta los muslos, ceñido a la cintura por una faja de cuerda gruesa de color púrpura, atada en un gran nudo decorativo en la parte trasera. Bajo el kimono, viste pantalones negros ajustados que llegan hasta los tobillos, complementados por sandalias de color oscuro.

Pudo saber que era un hombre por la forma de su cuerpo, y por el sonido de su voz, y eso fue lo que hizo que ella sintiera que algo se hundía profundamente en su pecho.

Cuando el hombre alzo su cabeza y la miro, pudo ver su rostro, cubierto por la sustancia, solo podía ver sus brillante ojos verdes, y pero lo que hizo que ella se levantara y comenzara a correr, fueron sus orejas.

Las de un humano.

Antes de que ella lo supiera, ya estaba bajando por las escaleras, casi tropieza varias veces, pero de alguna manera llego al final si caerse.

― no,no,no,no,no,no,no . . .NO

Ella grito, porque un humano había aparecido, acaso fue su castigo por pedir algo tan egoísta.

Ahora estaba más oscuro, pero de laguna manera ella logro correr por 15 minutos antes de que sus pies le fallaran, y cayera al suelo con un ruido sordo.

Intento levantase, pero comenzó a toser, escupiendo más sangre.

Una fría realización la alcanzo en ese momento . . . todo había sido en vano.

Ya no tenía la fuerza de continuar corriendo.

Escucho pasos que se acercaban lentamente, pudo ver un par de pies, antes de que su mente se oscureciera por completo.

.

.

.

.

.

Se había estado ahogando por un momento y, entre la desesperación y el pánico, se dio cuenta de que estaba en medio de un extraño líquido espeso y opresivo. Aturdido, sintió el frío y la viscosidad del líquido envolviendo su cuerpo, mientras su mente luchaba por entender qué estaba pasando. La oscuridad lo rodeaba, haciendo que cada movimiento fuera incierto y temeroso.

No sabía qué hacer, pero entonces vislumbró una débil luz en la distancia. Con el corazón latiendo con fuerza y la respiración entrecortada, se dirigió hacia la luz, impulsado por un instinto primario de supervivencia.

Kimimaro  en KuroinuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora