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Después de salir con sus amigos, Mateo regresó a casa y se encontró con su madre. Decidió ayudarla a cocinar y mientras preparaban la comida, entablaron una conversación.
-¿Mateo, hijo, vas a ir? preguntó su madre.
Aún sintiéndose inseguro, Mateo respondió: -Sí, mami, iré.
Su madre soltó una sonrisa y lo abrazó feliz por su decisión.
Mateo subió a su habitación, se dio una ducha y comenzó a elegir su atuendo para el culto de jóvenes. Mientras reflexionaba, pensó: "Voy a volver a la iglesia", y una sonrisa se dibujó en su rostro.
Después de un rato, Mateo terminó de arreglarse y sonrió al ver su reflejo, le gustaba lo que veía. Optó por ponerse una camisa negra, pantalones del mismo color y su pelo perfectamente peinado. En ese momento, su madre entró a la habitación y algunas lágrimas escaparon de sus ojos al ver a su hijo.
Con emoción en su voz, le dijo:
-Estoy muy orgullosa de ti.-----------
Están en casa de Abigail, Jennifer, Vanessa y ella ,se están arreglando para el culto de jóvenes. Abby es la primera en salir del baño con su vestido, luciendo un vestido rojo con partes de encaje largo que se ajusta a su cuerpo hasta la cintura, desde donde cae como una cascada. Su hermoso pelo rubio suelto cae sobre sus hombros y lleva un perfecto maquillaje. Vanessa la mira orgullosa, ya que fue quien la maquilló, y Jennifer la observa con una sonrisa.
Vanessa sonriendo le dice:
-Amiga, estás hermosa.Jennifer añade: -Sí, estás alucinante.
Abigail les agradece con una sonrisa.
Luego se cambian las otras dos chicas, Jennifer lleva un vestido largo verde que resalta su pelo rojo y lleva un perfecto maquillaje. Vanessa viste un vestido largo con vuelos de color rosado, su pelo está recogido en una perfecta coleta que combina con su maquillaje y ropa.
Las tres chicas se ven realmente hermosas.
Abigail se sentía muy nerviosa debía cantar y no podía sacarse de la cabeza la mirada llena de dolor del chico que vio en la calle. En su corazón, esperaba que pudiera asistir al culto y que el amor de Cristo pudiera sanarlo.
A pesar de sus propias inquietudes, Abigail se esforzaba por mantener la calma y enfocarse en la oportunidad de compartir un mensaje de amor y esperanza a través de su canto. Mientras se miraba en el espejo ajustando los detalles finales de su atuendo, una sensación de determinación y compasión se apoderaba de ella.
Con una mezcla de emoción y ansiedad, Abigail se preparó para enfrentar el desafío que le esperaba esa noche, con la esperanza de que su voz pudiera llevar consuelo y luz a aquellos que lo necesitaban.
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Abigail y sus amigas ya se encontraban en la iglesia, listas para el culto de jóvenes. Sus amigos las miraban embobados al verlas llegar, luciendo radiantes y llenas de emoción por lo que estaba por venir. Tras unos momentos, comenzaron a llegar los invitados y el lugar se fue llenando poco a poco, creando un ambiente vibrante y lleno de energía.
A pesar de la alegría que se respiraba en el ambiente, Abigail no podía evitar mirar constantemente hacia la puerta. La persona a la que esperaba con anhelo aún no había llegado, y su corazón latía con una mezcla de esperanza y preocupación. Cada vez que la puerta se abría, su mirada se dirigía hacia allí en busca de esa figura esperada que aún no aparecía.
Sus amigos y conocidos disfrutaban del evento, pero Abigail seguía inquieta, con la mirada fija en la entrada, esperando con todo su ser que esa persona especial finalmente hiciera acto de presencia y pudiera compartir ese momento tan significativo en la iglesia.
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Tú amor me sana.
Teen FictionAlguna vez se han preguntado.....¿que veo cuando me miro al espejo? Me veo a mí o veo a Cristo? Me veo como me veo yo o como me ve Dios? Deja tus inseguridades a un lado , a los ojos del creador del universo eres un ser perfecto❤️🩹 Muchas veces no...