Ladrona

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- ¿Qué te tiene tan pensativo? - Joe estaba a mi lado, me saco de mis recuerdos del pasado de una forma veloz, le sonríe y le encogí los hombros.

-Nada Joe, cuéntame ¿Cómo estás? - le dije mientras le indicaba al chico de la barra me brindar otra cerveza. Ya me había bebido tres, no quería terminar borracho y con una resaca de muerte. Esa sería la última cerveza.

-Estoy feliz, el bar hoy estuvo increíble, flor siempre logra que la gente se vuelva loca- miramos los dos al escenario, ella seguía allí.

- Todos estaban aplaudiendo y gritando cuando la vieron- le dije mientras me tomaba un sorbo de la cerveza.

- ¿Nunca la habías visto? - me dice mirándome seriamente.

-No, es la primera vez que la escucho y wow es impresionante- le dije mirándola en el escenario.

-Se llama Flor, en realidad nunca viene a tocar por aquí, de vez cuando me llama para decir que quiere venir, no gana dinero ni nada, solo necesita el escenario y yo feliz- asiento con la cabeza, claro que no necesitaba el dinero pienso de inmediato.

-Bueno, voy a despedir a algunos clientes, quedas en tu casa Rodri- me da una palmada en el hombro, era un tipo muy amable y siempre me daba buenos consejos, un dia me dijo Rodri puede que la felicidad esté a la vuelta de la esquina y esa misma noche al doblar en la esquina había encontrado un billete en la calle, cuando me detuve a recogerlo se me salió la sonrisa.

Sigo viendo a la mujer del escenario, quedaban pocos clientes en el bar eran ya la una de la mañana y ya había tomado las tres cervezas, talvez era hora de irme a casa, pero estaba tan relajado, me sentía muy bien, no estaba pensando tanto, solo estaba en el presente, viviendo el presente.

- ¿Te sirvo la última? - me dice el chico de nuevo, nunca recuerdo su nombre, tiene una cara de niño con barba de hombre resultaba gracioso, era también muy amable.

-Que sean dos- escucho una voz a mi lado para girar la cabeza y encontrarla a mi lado, me pongo inmediatamente nervioso. Ella me sonríe y se siente al lado de la barra. No me atrevo a decirle ni a. ¿qué me pasa? ¿eran los nervios?

- ¿eres mudo o te comió la lengua el ratón? - me dice ella apoyándose en la barra, mientras hizo un movimiento para acomodarse el cabello mientras me miraba sonriendo.

-No soy mudo- le digo riéndome también, era tan tonto. ¡vamos Rodrigo! Es la mujer con la que has estado fantaseando por meses. La tenía al lado, justo aquí sentada, preguntándome si era mudo ¡por dios!

-Ya decía yo que no eras mudo - dice riéndose, tenía una sonrisa preciosa.

-Me llamo Rodrigo- le digo para que me mire nuevamente, no quería que se burlara de mí, seria yo un hombre astuto y actuaría como un hombre, dejé los nervios de lado y le extendí mi mano.

- ¿Y tú eres? - ella me miro seria, se había dado cuenta que estaba siendo un hombre formal ahora, si claro ¡yo!

-Esta noche tú puedes llamarme como tú quieras- lo dijo despacio y tan sensual.

En ese momento sentía como mi corazón se aceleraba, era ella, la mujer que parecía un ángel y era capaz de crear el mismo infierno con una frase, la quería completa. Yo no era el tipo de hombre que se las daba de muy conquistador, nunca había tenido una conversación así con alguna mujer. No quería pensar en Esmeralda ahora.

- ¿Dime cómo quieres que te llame? - le dije acercándome un poco a su cuerpo, podía verla más de cerca, más y más.

Ahora llevaba una gabardina larga de cuero, con un collar algo grande en su pecho, también iba maquillada, llevaba unas pestañas largas y los labios pintados.

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⏰ Última actualización: Jul 06 ⏰

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