Herida

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Enid siguió el camino pedregoso y frondoso. No podía entender por qué Merlina estuvo mucho más atenta a Tyler que al chico con el que compartía recuerdos más impactantes. No tenía ningún sentido, aunque si lo tuviera, a Enid no le importaba.

TN debería haber sido la principal prioridad en el momento en que escaparon de las garras del monstruo.

Enid tampoco actuaría como si nunca hubiera tenido la opción de encontrarlo. Ella la tenía y dejó que el miedo se apoderara de su juicio. Se escapó con Merlina y nunca miró atrás.

La culpa abrasadora que persistía en su corazón era demasiada como para asimilarla. Su cobardía hizo que fallara, como amiga y como hermana. Enid se abrió paso entre las ramas que le punzaban las piernas y los brazos.

Enid iba a encontrarlo y disculparse por su error. Pero también tenía miedo, miedo de enfrentarlo y soportar su mirada electrizante juzgando su terrible vergüenza. Enid esperaba que no fuera duro con ella.

Mientras deambulaba por los bosques oscuros y lúgubres, sus oídos captaron ruidos irreconocibles que se arremolinaban a su alrededor. El corazón de Enid latía con fuerza ante los ruidos siniestros. Todavía estaba aterrorizada, pero no lo suficiente como para abandonar a TN de nuevo.

Había algo en caminar por el bosque nocturno que le daba escalofríos. Era como si alguien estuviera acechándola, observando sus movimientos a lo largo del camino.

Podrían estar en cualquier lugar de los espacios oscuros que rodeaban la luz mínima.

El cuerpo de Enid se detuvo ante otro sonido. A éste le faltaba el volumen para ser identificado. Enid escuchó con más atención, esperando poder captar algo del ruido.

Pero escuchar su corazón latiendo dentro de su pecho era una distracción. Enid tuvo que obligarse a tragar su nerviosismo y acercar su cuerpo a la confusa cacofonía.

Cuanto más cerca estaba del ruido, mejor podía Enid distinguir el traqueteo. Sonaba como si alguien... ¿gritara? Enid aceleró el paso y se abrió paso a través de la espeluznante noche.

Luego, sus ojos expectantes brillaron al ver a TN de rodillas, con la espalda cubierta de heridas desastrosas. Enid, con voz chillona, gritó su nombre.

-¡TN!

El pobre muchacho, de rodillas, apoyó su frente ensangrentada sobre el cuerpo de su compañera muerta. Sus hombros temblaban mientras las lágrimas caían por su rostro y golpeaban sus palmas. Sus sollozos frenéticos y su lluvia de emociones expresaron abiertamente la llamada de Enid.

El peso de su amiga caída en sus palmas era abrumador de aceptar. Él estaba negando la verdad, a pesar de sostener su cuerpo inmóvil. TN deseaba que Batty dejara de jugar con sus emociones y despertara de su broma enfermiza.

Levantó la cabeza cuando una mano le rozó el hombro. Al mirar hacia arriba, se encontró con la preocupada expresión de Enid.

-TN, ¿qué estás...?

El rostro de Enid se derrumbó una vez que sus ojos encontraron la fuente principal de su dolor. Batty estaba recostada sobre sus manos con su cuerpo cubierto de heridas fatales y sus alas arrancadas. Batty estaba muerta.

Él redirigió su atención hacia Batty.

-Ella... ella no se merecía este final -apretó los dientes-. ¿Por qué ella tuvo que... -perdió la voz antes de terminar.

Enid tenía las manos sobre los labios temblorosos. Eso no podía ser real, Batty no podía estar muerta. Se le llenaron los ojos de lágrimas y, antes de darse cuenta, las lágrimas se le escapaban incontrolablemente de los párpados.

Sed Insoportable  || Merlina Addams x TN MaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora