Muziko (EN PAUSA)

Capítulo 9 - 12 días antes de Muziko

Valeria Keller

Leah se agachó ligeramente, y sin dudar un segundo...

Me besó.

Tardé en reaccionar.

¿De verdad Leah acababa de robarme un beso?

Me separé de golpe, escandalizada, con mi mano izquierda delante de la boca, como si temiese que Leah repitiese su acto.

—¿¡Se puede saber qué coño haces!?—Exclamé tras los segundos que tardé en procesar la información.

Ella esbozó una media sonrisa.

—Entonces sí que te ha molestado.

—Vete a la mierda, Leah.—Dije con un tono de voz más elevado, dándome la vuelta e intentando llegar hasta la salida sin que se notase el ligero rubor en mis mejillas.

Solo cuando salí del local, volví a respirar con tranquilidad.

Aunque no lo iba a admitir, ese beso se sintió mejor de lo que debería.

Me volví a colocar en la cama. Desde aquel día, conciliar el sueño me estaba costando más de lo que debería, y no precisamente por los nervios del concurso. Que sí, también influían. Pero cada vez que cerraba los ojos, no podía recordar otra cosa que no fuesen los labios suaves de Leah sobre lo míos, el sabor a la cerveza que se había tomado....

Me estremecí. ¿En qué momento habían cambiado tanto mis sentimientos hacia Leah? El beso tenía algo que ver, seguro. Vale que ya me parecía atractiva antes, pero su personalidad... Uffff. Dejaba mucho que desear. Pero ahora, puede que hasta tuviese algunas cosas que me hicieran gracia.

Incapaz de dormir, decidí desistir de intentarlo. Me incorporé levemente sobre la cama cogiendo mi móvil, que reposaba sobre la mesilla que tenía mi derecha.

Hacía mucho que no entraba en redes sociales, pensé. Desde que se anunciaron los cantantes que participarían en Muziko, no dejaban de llegarme notificaciones. Y aunque había algún mensaje de ánimo entre todos, los que predominaban eran los de odio, hacia mí, hacia mi país y hacia todo lo relacionado conmigo. Llegados a un punto que hasta habían mencionado a mi familia, lo cual no me hizo precisamente gracia. Aún podría entender que me echasen hate a mí, que soy la que da la cara al público, ¿pero a mi familia? ¿La cual no ha hecho absolutamente nada más que apoyarme en mi sueño de ser cantante? Eso me pareció excesivo. Obviamente los moderadores trabajaban para eliminar todos aquellos comentarios que no aportaban nada bueno sobre mí, pero unos nuevos aparecían prácticamente cada minuto. Por mucho que incluso algunos y algunas de los que me apoyaban intentasen hacerle ver al resto del mundo la realidad, que yo no tenía nada que ver, era impensable.

Y sí, claro que me afecta que me digan todo eso. que me echen la culpa del conflicto bélico, que digan que no merezco estar en el concurso, que si mi país ha sobornado los votos de entrada para Muziko... Parece mentira que aquellos que me votaron para entrar, ahora estén echando mierda de mí al enterarse de mi nacionalidad. Porque en el concurso, eso se mantiene de forma privada, para que no haya favoritismos entre países, ni nada por el estilo. Pero eso obviamente queda revelado al acabar la selección. Así que ahí fue donde empezó todo.

Cuando abrí TikTok casi me colapsa el móvil. Juro que empezó a funcionar más lento. Palidecí al ver la cantidad de notificaciones que tenía, aunque mi cuenta me la gestionase Alexandra las notificaciones entraban prácticamente cada minuto.

No vi que hubiese nada relevante, me limité a leer algunos de los comentarios que había.

La mayoría eran como todos los que llevaba sufriendo meses. Culpándome de una masacre de la que ni siquiera era partidaria. Obviamente también había otros diciéndome que no me dejase influenciar por los haters, que ya empezaba el concurso en nada, que disfrutase y que tenía su apoyo. Sonreí. Toda esa gente que aún teniendo en cuenta la situación era capaz de obviar la política y quedarse con la música, era una ayuda muy bonita.

—¡Valeria Keller!—Chilló Lucas desde el balcón contiguo al mío.

Me levanté de sopetón. ¿Qué hacía despierto a esas horas de la noche? ¡Que eran las 4 de la madrugada! Me asomé al balcón, intentando descifrar que era lo que me quería decir.

—Lucas.—Susurré—¿Qué quieres a estas horas?

Él sonrió.

—Estaba viendo las noticias y dicen que igual hay un posible trato entre tu país y el otro, para parar la guerra.

—¿En serio?—Pregunté sonriendo.

—Sí. ¡Igual ya se acaba la guerra!

—Eso espero.—Suspiré.

Eso sería una noticia maravillosa. Significaría que no más sufrimiento. Ya podríamos salir por la calle respirando tranquilos. Sería... Increíble.

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—Buenos días Val.—Me saludó Alexandra al entrar en la sala común, donde estábamos comentando Lucas y yo el ensayo de esta mañana.

—Hola Ale.

—¡Hola!—Saludó Lucas, quien pronto había cogido confianza con mi mánager.

—Hola Lucas.—Se rió ella.—Bueno, venía a decirte que el ensayo de hoy, con esos pequeños cambios en la coreografía le han gustado a los jueces que estaban viéndolo. ¿Tú estás de acuerdo con cambiarlos o prefieres mantenerlo como antes?

—Yo no tengo problema, creo que mejor consúltaselo a Lu y a Alma, que son a las que más les influye.

—Okey. ¿sabes dónde están?

Me encogí de hombros.

—Ni idea. Estarán en sus habitaciones.

—Bueno, nos vemos. Ya os dejo tranquilos.—Se despidió ella.

—Chau.—Dijo Lucas.

Negué con la cabeza, poniendo los ojos en blanco. Ese chico no iba a cambiar.

—Oye Val, ¿tú crees que tengo alguna posibilidad con ella?

—No.—Le miré fijamente.—Creo que le van más las tías.

—¿En serio?

—Sí.

—A la mierda. ¿Por qué ahora tiene que haber tantas lesbianas?—Se quejó.

—¿Igual porque las mujeres somos mejor partido que los cavernícolas de los hombres?

—En fin. Misterios de la vida.

Por el rabillo del ojo vi cómo alguien pasaba por delante de la sala. Era Leah. No entiendo cómo desde que me besó, me ignora completamente. Ni siquiera me habla para molestarme. Eso sí que es algo que no entiendo.

—¿Val? Te has quedado callada de golpe.

—¿Sí? Perdona.

—Olvídate de Leah, tía. Por mucho que te molase el beso, ¿no eres consciente de todo lo que hizo y lo que planea hacer?

Sí, sí que soy consciente. Pero es un peligro que me atrae irremediablemente. Es una droga, aunque sabes que es mala para la salud, te vuelves adicto.

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Holaaaa. 

Buenas. Q tal? espero q le haya gustado este cap, q es un poco más corto, pero bno.

No os olvideis de votar, que ayuda a q mi inspiracion vuelva del viaje en el q esta.

Hasta el proximo cap :)