Xander.
La había contratado. A la ex prometida de su hijo. Si, la ex prometida. Su amigo investigador había hecho un muy buen trabajo y le había conseguido toda la información. Ex prometidos, tres años de relación, ¿Razón de rompimiento? Desconocida. ¿Pero importaba?
La mujer era inteligente, hermosa y con un cuerpo demasiado tentador. ¿En qué había pensado su hijo en dejar ir a tan bella mujer?
Pero él no podía pensar en eso.
Ahora era su jefe, ella era su secretaria. Su relación no podría ir más lejos con la mujer que solía estar entre las sábanas de su hijo. Pero Dios, ¿Cómo se vería entre las suyas? Tuvo que menear la cabeza para alejar esos pensamientos tan pecaminosos sobre su ex nuera y ahora secretaria.
Era un lunes en la mañana. Su chófer manejaba y él en los asientos traseros revisaba unos papeles muy importantes sobre un nuevo modelo de automóvil.
—Hemos llegado, señor Smith—Xander subió la mirada de los papeles y miró por la ventana notando su empresa. Tomó los papeles en sus manos y justo cuando estuvo a punto de salir, notó a Elisa entrando a la empresa.
Poderosa, divina. Con un vestido verde que se acentuaba a cada una de sus curvas. Su cabello rizado y unos tacones del mismo color de su vestido que eran filosos como un arma.
Ella era un arma.
La miró entrar a la empresa y finalmente se dignó a salir del auto, no sin antes despedirse de su chófer. Entró al lobby notando como los guardias le daban un asentamiento de cabeza en modo de saludo, él hizo lo mismo y se dirigió hacia el ascensor para llegar hacia su oficina. Mientras el aparato subía, no pudo evitar pensar nuevamente en Elisa.
¿Su hijo ya sabía sobre qué la había contratado?
No, le hubiera hecho un escándalo.
Aún no sabía pero solo sería cuestión de tiempo. Dentro de poco, Elisa lo iba a acompañar a entrevistas, viajes. La prensa la iba a ver de pies a cabeza e iban a poner su foto junto a él en todas las revistas de Nueva York.
La idea no era tan mala.
Seguía curioso de por qué ella había se postulado a su empresa. Aunque su relación de padre e hijo con Hayden era un secreto para todo el mundo, su rivalidad no.
¿Por qué?
Si había decidido trabajar para él, era por lo más obvio. Venganza. Esa mujer quería vengarse de su hijo y no podía negar que la idea de ser parte de su plan, le gustaba.
Le gustaba más de lo que debería.
Las puertas se abrieron, caminó unos cuantos pasos y la notó de pie, detrás del gran escritorio blanco organizando unos papeles.
—Buenos días—saludó con voz profunda y grave. Los ojos marrones de ella lo observaron y sólo tuvo que pasar un instante para que su respiración se acelerara.
Joder. Tuvo que disimular su reacción.
¿Qué tenía esta mujer?
—Buenos días, señor Smith—saludó ella con su voz suave y aterciopelada.
Él la observó por unos instantes y luego suspiró, tenía que trabajar.
—Cualquier llamada que llegue, por favor, pásalas directamente. Y, sobre la reunión de hoy...
—Debo de revisar el proyecto y ver que todo esté acorde sobre el marketing del proyecto—finalizó por él.
Él alzó una ceja, un poco sorprendido. Ella sonrió y tomó unos papeles entre sus manos.
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Cayendo ante el jefe [Matt Smith].
RomanceElisa Mendoza pensó que tenía la vida resuelta. Unos padres que la adoraban, una hermana que era su confidente y un novio atento y su jefe en el trabajo. Pero su burbuja se explota al descubrir el engaño sufrido por parte de su hermana Amelia y su p...