~Te derrotare~ ||En edición|| {Muzan X T/n} {Akaza X T/n}

Capitulo 4

~lo lamento~

Akaza me tomo de la muñeca con más fuerza y me abrazo, me di cuenta de que lo volví a hacer. No pude detenerme otra vez, yo no quería, no quería destriparlos así. Las lágrimas empezaron a caer con fuerza, empecé sollozar, me odiaba por que no podía controlarme.

Esto lo había hecho ese demonio que por unos momentos pensé en no odiar. Pero ¿como? El me volvió esto.

Me aferre a Akaza como siempre lo hacía, lo quería un montón y se que el a mi. Limpio mis lágrimas y la sangre de mis labios, la lamio de sus manos. Me trataba con una delicadeza qué no se esperaba de cualquier demonio.

Regresamos al castillo infinito. Estaba abrumada, otra vez, pensando en lo que hice. Quería aprender a controlarme pero al parecer era imposible. Muzan nos recibió le dio unos sermones a Akaza, siempre lo hacía. Como si le tuviera odio de entre todos los demonios aparte de mi.

-Puedes largarte - le ordenó a Akaza, quien se lo pensó dos veces antes de dejarme ahí con el.

Yo le di una mirada de aprobación, tampoco era como que Akaza hubiera hecho algo. El se retiro no sin antes darme una última mirada, cálida, el siempre sabía como hacerme sentir segura.

-¿y bien? - pregunto con una sonrisa mezquina en el rostro - me hubieras dicho a mi que te acompañará - La idea me repugno, todo en el en ese momento lo hacía.

Y pensar que por unos segundos pensé que me podía agradar, o que no era un cabron arrogante.

-Se que te gusta cazar, admitelo - Se acercó a mi con esa sonrisa, tan horrible, que yo simplemente no pude dejar de mirarla.

-No es así - Muzan se rió, envío escalofríos por todo mi ser, no toleraba esa risa suya.

Lo odiaba, odiaba su cabello, su risa, su pelo, sus labios y esos ojos suyos, podría sacarlos.

-Admitelo, disfrutas de la euforia qué te da cazarlos- negué con la cabeza. El se acercaba cada vez más a mi.

Lo tenía tan cerca que podía sentir su respiración.

-No, no me gusta, nada de lo que tenga que ver contigo me gusta.

-Eso es mentira y lo sabes.

Yo enarque una ceja, ya me estaba hartando. Me cruce de brazos.

-Pruébalo.

Esbozo una sonrisa de oreja a oreja. En un movimiento rápido me atrajo a él. Pude sentir sus músculos, estaba tan bien.

Quise borrar esa idea de mi cabeza, no podía pensar en eso. El era quien me convirtió en un monstruo, - Quien ahora hacia que mi corazón se acelerara- No quería pensar en eso. Trate de alejar esos pensamientos de mi. Pero es que no podía, no cuando lo tenía tan cerca, no cuando por alguna extraña razón, olía tan bien.

Deseaba estar encima de él de un momento a otro.

-Te odio - Susurre por lo bajo, pero el pareció escucharlo.

-Eso no es así, puedo escuchar como tu corazón se acelera - no pude evitar sonrojarme, le estaba divertiendo. Jugaba conmigo, eso hacía.