Durante un tiempo realmente considerado, fue meramente difícil para Satoru seguir llamándote
"amiga".Ambos para beneficio o maleficio de ambos, han cursado la mayor parte de su vida estudiantil juntos. ¿Pero cómo habían llegado al punto donde ahora ambos compartían un departamento juntos?
Tan siquiera ¿De quién de los dos fue la maravillosa idea de juntarlos a ambos en un espacio tan pequeño? Esas preguntas divagaban una y otra vez por tu cabeza, mientras que a Satoru lo único que le cruzaba por su cabeza era ¿Todavía debía llamarte amiga? ¿O ya podría considerarte algo más que una simple amiga? pensamientos como esos lo volvían loco.Claramente, siendo el hombre que es, nunca te dejo en claro cómo era que realmente se sentía. Pero él hayo el método adecuado para poder manifestar la mayor parte de sus sentimientos hacía ti. Y ese método fue a base de sus pequeñas burlas contra ti.
Esa era su forma de demostrar todo su amor por ti.
Aunque no lo llegaste a entender del todo. Pero a pesar de toda burla contra ti, te era agradable el poder compartir un lugar donde vivir con él. A los ojos de aquel ojiazul, era todo lo que podría haber pedido en una persona, y a su parecer sentía que era la única mujer en la faz de la tierra la cual podría sentir lo mismo por él. Eras la única voz de la razón que él mantuvo a su lado, le aconsejabas bastante bien para que no llegara a hacer una que otra tontería junto a Suguru. Por eso y más cosas llego a caer perdidamente enamorado de ti.El llegar a vivir juntos trajo consigo muchas complicaciones a sus sentimientos. En cierto punto tanto tu como él se llegaron a sentir como una vieja pareja de casados, y no de las parejas que viven en paz y tranquilidad, sino de esas parejas las cuales peleaban constantemente, pero aun así su vínculo era inquebrantable, fue un amor que poco a poco fue entrando en el corazón de cada uno, hasta el punto en el que están ahora.
Mientras que los otros momentos se sentían como antes: como amigos; todo un momento pasajero, fuera de su alcance. Estos momentos a menudo lo dejaban varado en sus propios sentimientos, como si nunca pudiera decirte cómo se sentía sin posiblemente arrepentirse en el futuro. En mayor porcentaje, el miedo fue lo que invadió la cabeza de Gojo Satoru, fuera de llegar a ser un hombre de pocas palabras, con un tono poco amistoso, su cara de gruñón y pocos amigos, seco y poco afectivo, te valoraba mucho más que a cualquier persona de este mundo, si alguna vez te llegaba a perder no podría ni siquiera soportarlo, ya había un gran afecto hacía ti por su parte, llegar a pensar en esa posibilidad le partía el alma.
Pero, por supuesto, hubo momentos en los que simplemente no podía dejar que el miedo lo afectara más. Para él, cada momento que pasó contigo fue valioso. No estaba destinado a ser desperdiciado, y para él, no valía la pena dejar que algo tan negativo como el miedo amortiguara el tiempo que tenía contigo, como hoy, por ejemplo sentado a unos metros del sofá, estabas recostada hacia atrás, hojeando un libro delgado y gastado, mientras que él se intentaba no hacer un desastre en la cocina por las galletas navideñas.
Aquel sonido de los moldes para hornear mezclado con las pocas maldiciones de él fue como música para tus oídos, ya que a veces, era tan cariñosamente torpe que era difícil no sonreír cuando se metía en sus travesuras regulares.
Le devolviste la mirada, levantando una ceja.
"¿Estás bien ahí atrás? ¿Necesitas algo de ayuda con eso?" preguntaste con un tono ligeramente divertido.
Arrojando rápidamente la bandeja de masa cruda al horno, te devolvió una pequeña y apenas perceptible sonrisa.
"No te preocupes, no las voy a quemar esta vez".
Te burlas juguetonamente en respuesta. "Sí claro."
Murmuras, justo fuera de su alcance auditivo."¿Qué fue lo que dijiste?" exigió rápidamente, girando la cabeza para mirarte como si sus ojos fueran dagas.
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𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 [Satoru Gojo]
FanficEl 𝙨𝙤𝙡, la 𝙡𝙪𝙣𝙖, las 𝙚𝙨𝙩𝙧𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨... Todo pierde sentido ante el cielo de 𝙩𝙪𝙨 𝙤𝙟𝙤𝙨. -Juan Ardini