Al día siguiente, al despertar, Koku notó que su amada y querida pareja ya no estaba con él. Extrañado, se levantó, vistió y salió en busca de respuestas, pero al abrir la puerta para salir, se encontró con Nakime de pie en la puerta, sin su biwa y de brazos cruzados, seria. Ella fue la primera en hablar.
N: ¿Buscas a Muzan-sama? Si es así, no lo busques. Está en un estado deplorable y dijo que no quería que nadie lo viera así. Tengo prohibido llevarte a donde está él, así que ni lo intentes.
Koku se quedó callado un segundo, procesando las palabras de Nakime, ¿Muzan-sama en un estado deplorable? Pero si él siempre estaba hermoso.
K: Pero… ¿por qué? -Koku parecía extrañado. No entendía cómo ni por qué su amo se habría ido sin avisarle-.
Nakime suspiro y dijo con vos seria y un poco más baja.
N: Te lo voy a decir, pero no le digas que te lo dije, ¿ok?
K: Ok.
N: Genial. Bueno. Muzan-sama me fue a buscar muy temprano en la mañana. Él estaba despeinado y con la ropa descolocada, con marcas por todo su cuerpo, con las piernas temblando y sudor. Me pidió de inmediato su silla giratoria del laboratorio, que técnicamente es una silla con ruedas. Se sentó ahí haciendo una mueca de dolor y luego se fue impulsándose con los brazos, jadeando de dolor cada vez que lo hacía. Se fue solo, así que no tengo idea de cómo ni dónde está… ¿Lo hiciste muy duro ayer?
Koku se volvió a quedar en silencio un rato, hasta responder.
K: Primero, no tengo por qué darte esa información, y segundo, permiso, lo voy a buscar.
Nakime agarró del brazo a Koku antes de que este pudiera dar un solo paso, y ella recalcó, seria como siempre, lo siguiente:
N: Recuerda que él dijo que no quería que nadie lo viera, y cuando dice ‘’nadie’’, es NADIE. Así que no vayas si no querés terminar en problemas, ¿ok? Podés quedarte descansando, pero antes hacete una buena manuela, que de solo mencionar a Muzan-sama y su estado se te re paró la japi. -dijo Nakime mirando no muy disimuladamente el miembro de Koku-.
Nakime se dio media vuelta y se fue caminando, dejando a Koku sonrojado, un poco porque Nakime se había dado cuenta de su erección y otro poco porque estaba desnudo.
Él volvió al interior de la habitación, y sin importarle lo que Naki había dicho, se vistió y salió en busca de su futuro esposo.
Caminó un buen rato, entrando en cada habitación de la fortaleza infinita, descifrando pasillos, puertas y habitaciones que ni él sabía que existían.
Luego de varias, varias, VAAAAAAAAAAAAAARIAS horas de estar buscando, ya que la fortaleza no terminaba más, encontró una habitación con un Muzan despeinado sentado sobre una silla con ruedas. Koku entró sin siquiera tocar la puerta y se teletransportó enfrente de Muzan.
K: Muzan-sama…
Muzan, que no se había percatado de la presenciade Koku, se sobresaltó al oír su nombre con el tono de voz de Koku. Elevó la cabeza y efectivamente, ahí estaba su queridísimo subordinado, parado enfrente de él con un aire increíble de ‘’te voy a re coger acá mismo ahora mismo’’, pero bien disimulado.
M: Koku… -el mayor se quedó callado un buen rato, mirando sorprendido a la primera-. … ¿Qué hacés acá? -preguntó extrañado-.
K: Me desperté, no lo encontré, me levanté, abrí la puerta, me encontré a Nakime, ella me explicó que no te buscara, me chupó tres hectáreas de poronga lo que me dijo y te vine a buscar. Y ahora que resolví tu duda, quiero que vos resuelvas la mía: ¿Por qué te fuiste tan lejos cuando yo estaba dormido y encima le dijiste a Nakime que no le dijera a nadie nada?
M: Porque me veía terrible, en un muy, muy, muy, MUY mal estado. Me daba vergüenza que me vieras así, además estaba demasiado alterado por lo de ayer, y estar a tu lado no me tranquilizaba, así que me fui.
K: Oh, entiendo… -hubo un silencio incómodo hasta que Koku hizo la gran pregunta definitiva, con una sonrisa divertida- ¿Sexo? :D
Muzan se quedó callado viendo a Koku con una expresión de ‘’ ¿en serio?’’, pero finalmente suspiró, cerrando los ojos, y los abrió mirando con una sonrisa pícara a Koku.
M: ¿Y se puede saber por qué no estás desnudo? ~.
Koku sonrió y comenzó a quitarse la ropa junto con Muzan, quien hacía lo mismo.
Una vez ya estaban los dos desnudos, el de seis ojos se recostó en una pequeña cama que había con las manos en la nuca y una sonrisa pícara y traviesa en su rostro.
K: Te estoy esperando, cariño~.
El mayor se acercó y se sentó sobre las piernas del pelilargo, agachándose y besándolo. Luego de varios minutos de besos, ambos se separaron y Muzan se reincorporó, elevándose con sus piernas e introduciendo con cuidado la punta del miembro de Kokushibo en su interior. Cuando la punta ya estuvo bien adentro, se dejó caer, metiendo todo el miembro de su amado bien profundo.
Soltó un grito de placer y comenzó a hacer el mismo movimiento una y otra vez, elevándose con sus piernas y dejándose caer, soltando gritos agudos de placer en cada caída.
Nakime, que la habitación de la pobre estaba cerca de donde los dos calenturientos estaban cogiendo como toros furiosos, escuchó todo. Se quedó el resto de la noche, mientras escuchaba la cama rechinar y los gemidos de ambos chicos, con el ojo bien abierto, sin parpadear ni moverse.
La verdad es que escuchar a tu jefe gritar de placer mientras terrible mástil de entra por lugares no es lo más lindo del mundo.
Un minuto de silencio por Naki
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Y así termina este capítulo, con una Nakime traumada y con Muzan y Koku cogiendo como si ese fuera el último día de su vida.
¡Gracias por leer! :D
Palabras: 1002
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•°Kokuzan°• -30 días OTP-
Fanfiction30 días de amor de mi pareja favorita. Contendrá +18. No mucho más que decir. Ojalá la disfruten.