•°Kokuzan°• -30 días OTP-

•°15-CON ROPA°•

Era un día muy especial dentro de la organización de demonios, ya que era el cumpleaños de Muzan.

Todas las lunas crecientes se juntaron en la habitación más grande de la fortaleza infinita para celebrar.

Había de todo: Alcohol, caramelos, gomitas, chocolate (sí, los demonios también comen estas cosas), muy obviamente, partes de todo el cuerpo de todo el mundo más o menos, una jarra enorme llena con sangre y había colgados a modo de decoración varios uniformes de cazademonios manchados con sangre, junto con sus katanas rotas.

Se notaba que era un día especial ya que Muzan se encontraba mucho más alegre que en días normales, lo que era muy bueno, la posibilidad de que esa fuera la última fiesta de los demonios era baja, pero nunca cero. Muzan estaba charlando con su mano derecha y pareja, y con su mano izquierda, Nakime y Kokushibo. Los tres se veían bastante felices y divertidos.

Akaza y Douma, para sorpresa de nadie, estaban discutiendo y peleando, aunque parecía que solo Akaza reaccionaba así, ya que Douma, más que molestarlo, lo estaba intentando seducir. Gyokko le daba clases a Hantengu sobre escultura y arte, se notaba la emoción de la quinta creciente desde kilómetros.  Daki y Gyutaro estaban juntos, como siempre. Daki maquillaba a su hermano mientras este tenía una cara que parecía que lo estaban sometiendo a la peor tortura jamás pensada por la humanidad. Daki, al contrario, parecía la persona más feliz del mundo en ese momento.

Luego de varias horas de diversión entre estos grupos, los temas de conversación de Muzan y sus manos habían acabo, las clases también, el maquillaje estaba listo para ser mostrado en una pasarela de modas y Douma ya estaba colgado del techo con una katana atravesada en la panza (claramente clavada por Akaza), mientras que la tercera estaba alucinando duendes morados voladores por la grandísima cantidad de alcohol que había en su cuerpo (estaba re drogado Akaza jsakkjkajjjskajsaskajssk).

M: ¡Hora de la piñata y la torta!

Al escuchar eso, todos los demonios, excepto Akaza y Douma, corrieron debajo del globo que estaba lleno de caramelos y cosas dulces. Nakime hizo la cuenta regresiva del 3 al 1 y cuando grito ‘’ya’’, Koku lanzó su katana para que atravesara el globo, rompiéndolo. El globo reventó y comenzó una lluvia de caramelos, seguido instantemente de una guerra campal por caramelos.

Luego de que todos consiguieran sus caramelos, comenzó la hora de beber, aunque tuvieron que preparar más alcohol ya que Akaza lo había tomado todo.

Luego de algunas horas de mucho beber, estaban todos tendidos en el suelo alucinando, excepto por los dos demonios más fuertes, quienes estaban comiéndose a besos en una habitación apartada.

Los besos eran agresivos y bruscos, como si cada uno quisiera tener el control absoluto del otro. Se tocaban de manera perversa mutuamente, mientras Koku le besaba el cuello y mordía diferentes partes del cuerpo de su superior, aún con la ropa puesta.

La situación se calentó más y la luna sacó su miembro de su pantalón, pero sin quitárselo ya que aunque estaban en una habitación diferente, seguían estando muy cerca y si llegaba a entrar alguien, que era bastante probable, tenían que poder disimular. Ninguna de las lunas podía saber lo que hacía su jefe con su demonio más fuerte. La única que lo sabía era Nakime, por razones que prefería no recordar, ni siquiera la pareja sabía que ella ya había descubierto su secreto.

Koku, rápido pero suave, bajó levemente el pantalón del pelicorto, lo suficiente como para dejar expuesto su trasero.

Metió lentamente su miembro en el interior del mayor, tapándole la boca a éste para que no hiciera ruido. Comenzó a moverse fuerte pero no muy rápido para que el choque de sus cuerpos no se escuchara tan alto.

Estuvieron así varios minutos, besándose y tocándose perversamente, con las penetraciones suaves y lentas. A Muzan le gustaba que lo estuvieran haciendo de esa manera, y no por la adrenalina del momento, sino porque ante la situación de estar en ese lugar, su cónyuge no podía ser brusco con él, así que estaba recibiendo de todo menos dolor, que es algo que suele estar presente durante sus encuentros sexuales recurrentes.

De la nada, la puerta se abrió y la cachonda pareja se acomodó la ropa rápido, sentándose en la cama como si nada hubiera pasado. El que había entrado había sido Douma, que había logrado escapar del techo y emborracharse. Obviamente, fue a molestar, pero cuando sus únicos dos superiores le mandaron una mirada totalmente asesina, se le estremeció el cuerpo y se retiró lentamente de la habitación.

Los dos demonios suspiraron aliviados y volvieron a los suyo, pero no pudieron estar mucho tiempo así, ya que poco después, Nakime entró demasiado rápido a la habitación y a los demonios no les dio tiempo a disimular, así que los agarró en misionero con Koku tapándole la boca a Muzan, quien estaba con lágrimas en los ojos y la cara totalmente roja.

Hubo un silencio incómodo mientras la pareja estaba totalmente quieta, por el shock ni siquiera habían cambiado de pose, y Nakime estaba también en shock. Aunque ella ya sabía lo que hacían a escondidas, nunca los había visto.

N: … Usen protección.

Dijo ella y se fue inmediatamente, gritando desde el otro lado de la puerta:

N: ¡Solo quería avisarles que la fiesta ya terminó! ¡Buenas noches!

La pareja de demonios se miró entre sí y se rieron levemente. Koku dio un par de embestidas más y se vino en el interior de su amo. Sacó su miembro y se recostó al lado suyo abrazándolo, quedándose dormidos los dos.

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Gracias por leer.

Ay Nakime, cada día más traumada la pobre. Primero los escucha y después los tiene que ver. ¿Sabían que dicen que Argentina es el país con más psicólogos del mundo? Bueno, Nakime tiene tantos traumas con el coito de sus superiores que ni todos los psicólogos de Argentina son suficientes, sin contar que esos psicólogos van a necesitar de psicólogos que los atiendan a ellos. Sjsakjkjsajskkjkskaj.

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