INSEGURIDADES

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Mientras iba caminando hacia la puerta de su casa, su buen humor fue desapareciendo, desde el patio podía escuchar los gritos del novio de su madre, ese maldito idiota estaba abusando de su madre, de nuevo.

Se olvido de todo lo que había pasado en el día y entro tirando la mochila al suelo.

Se dirigió a la sala y vio al hombre gritando, su madre estaba por decir algo cuando Gordon levantó la mano, fue entonces cuando Bill le detuvo la muñeca.

— Si vas a golpear a alguien golpeame a mi entonces —dijo Bill enfadado.

— ¡Como quieras! —dijo Gordon descargando su puño contra Bill.

— ¡No Gordon! —dijo Simone al ver a su hijo contra la pared— Tienes razón, yo tuve la culpa, deja a Bill en paz.

— ¡No te metas zorra! —le grito el hombre, Bill le empujó.

— ¡Deja a mi madre en paz! —dijo Bill enfadado, Gordon le golpeó en el estómago, Bill cayó al suelo tratando de meter algo de aire.

— ¡No! —grito Simone al ver que Gordon iba por Bill.

— Maldición mujer, deja de gritar, trato de enseñarle modales a tu hijo —dijo Gordon viendo a Bill.

— Deja que aprenda después —dijo Simone sonriendo nerviosa— Ya aprenderá después, vamos.

— Como quieras, es tu bastardo.

Bill les vio salir de la casa, suspiro algo aliviado, poco a poco el aire fue entrando en sus pulmones y pudo respirar de nuevo, se sentó en la alfombra y pudo ver dos moretones de nuevo en su pecho y seguro tendría uno en la mejilla, perfecto, ahora tenía que dar explicaciones.

Subió a su habitación para aplicarse algo de crema para los golpes, ya no tenía hambre y tenía demasiados deberes, preocuparse por una situación no cambiaría, solo le quitaría tiempo, ya hablaría con su madre en otra ocasión.

Por la mañana antes de irse a la universidad prefirió no ver a su madre, después de que le había dicho que su pareja era un chico su madre le pidió tiempo sola porque tenía que reflexionar, le pidió que no me dijera a su padre hasta que ella se lo indicará, tuvo las fuerzas para sonreír y decir que todo era por una razón, los genes no se equivocan, Tom pensaba que su caso podría ser el primero.  Sin embargo, acató las ordenes de su madre no vio a su padre y no intento hablar con su madre, la verdad es que el asunto lo tenía desconcertado, el más afectado debería ser el y no su madre.

Se levantó mas temprano de lo normal para salir y no ser visto, quería desayunar en la escuela antes de que las clases comenzaran y evitar a Bill un rato, odiaba cuando su atención no podía centrarse en otra cosa que no fuera el chico, que sus amigos le vieran en tal estado era horrible y que no pudiera hacer nada era incluso peor.

Al entrar a su Audi se abrocho el cinturón y arrancó para manejar a una velocidad que no pudiera detenerle, para poder sentirse libre una vez más, esos momentos iban a terminarse cuando lo hiciera oficial, en cuanto su lazo con Bill fuera tan fuerte que no pudiera pensar en otra cosa, entonces no recordaría lo que era ser libre. Estaba maldito.

Odiaba el sentimiento de vulnerabilidad, pero tenía que entregar la chamarra a Tom, tenía que entregarsela y no había otra forma que pararse en el edificio del área de negocios y esperar por el, los chicos le veían extraño y el no tuvo el valor de entrar por completo, así que se quedo esperando en un árbol para que nadie viera su feo moretón en el lado derecho, maldito Gordon, ¿no podía pegarle en otro lado? Espera, si lo había hecho. Maldito bastardo.

Vio a Tom con sus amigos y dudo el acercarse o no, pero ya era muy tarde, Tom le había visto y se dirigía hacia el. Trato de no sentirse incómodo por su rostro, pero al ver la expresión de Tom se sintió peor, ahora pensaría que era un perdedor.

Lican (tomoeandikr) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora