ATAQUE

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Fin de semana, creía que se volvería loco sin ver a Bill, no tenía la confianza para estar con el todo el fin de semana, pero el sábado por la mañana su padre lo llamo a su despacho, cosa rara, algo estaba pasando, así que se vistió y bajo a verlo.

Hacia tanto que no entraba al despacho de su padre, aun podía recordar que de pequeño le aterraba pasar, el ambiente era tenso, toda la presencia de su padre estaba impregnada en el despacho así como su habitación estaba impregnado de su esencia, esta vez le ponía nervioso estar ahí pero lo oculto lo mejor que pudo.

— Siéntate Tom —le ordenó su padre— Georg y Gustav vienen en camino.

— ¿Qué sucede? —preguntó Tom tranquilo.

— Esperemos a que vengan los demás.

No tuvieron que esperar demasiado, Georg y Gustav eran puntuales cuando su padre les llamaba, era el jefe, y cuando el jefe llama tu tienes que ir de inmediato, sin demora, sin excusas.
Los chicos entraron y se sentaron junto a Tom, uno de cada lado.

— Bien, ya que todos estamos aquí, comencemos —dijo Jorg serio— En las últimas semanas ha habido problemas en cierta zona de la ciudad, como saben hay chicos que son más fuertes que los demás, pero ignoran sus raíces, el problema es que están atacando a los ciudadanos qué están en la zona.

— ¿Atacan sin tener objetivo? —preguntó Gustav.

— Sin objetivo más que robar, pelear —dijo Jorg— Son de lo más bajo como Lican, no podemos permitir ese tipo de actitudes, he mandado a investigar sus actividades, encontrarán todo el expediente.

— ¿Tenemos que neutralizarlos? —preguntó Tom.

— Lo más pronto posible —dijo Jorg— Ustedes tres son suficientes.

— ¿Cuantos son?

— 10 —dijo Jorg— Quizás 15, teniendo en cuenta que ustedes tienen el linaje más puro no creo  inconveniente que se hagan cargo de ellos.

— ¿Alguna otra orden? —preguntó Tom serio.

— Quiero que me informes cuando lo termines —le ordenó su padre— No quiero errores, ¿me entiendes?

— Bien, entendido —dijo Tom serio— Vamos, chicos.

Salieron del despacho sin decir nada más, siguieron a Tom hasta su habitación donde soltaron el aire que iban guardando y pudieron hablar con libertad.

— Hace mucho no teníamos algo así —dijo Georg— Va a ser serio.

— No creo, son 13 —dijo Gustav analizando el expediente— Nos dan la zona, va a ser fácil localizarlos, y tienen capacidades inferiores.

— Quiero ver el expediente —dijo Tom pensando— Tenemos que pensar bien las cosas, si todo parece tan fácil podemos atacar hoy en la noche.

— Me parece buena idea.

Gustav le mostró el expediente, prácticamente les había facilitado toda la investigación, había datos, nombres, lugares y un mapa de la zona que manejaba todo el grupo. Todo estaba ahí.
El único problema es que el mapa mostraba una zona que se le hacia conocida, si no se equivocaba era la zona donde trabajaba Bill, podía ver la calle de la tienda de regalos en el mapa, la escuela que estaba en frente, todo estaba ahí, la banda trabajaba en la zona donde Bill trabajaba. No podía ser cierto, Bill no le había dicho nada de violencia o problemas, pero podía ser que le estuviera ocultando las cosas, porque después de todo su situación no estaba bien definida.

— Hay un error —dijo Tom serio— Esta no puede ser la zona.

— Es la zona —confirmó Gustav— No hay error.

Lican (tomoeandikr) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora