Capitulo 1 -•El Pozo•-

85 14 0
                                    

Era la tarde, una joven  regresaba a su casa después de haber cazado un conejo para comer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era la tarde, una joven regresaba a su casa después de haber cazado un conejo para comer.

Su nombre era Junko.

Junko, era una joven dulce, alegre e inocente o así era como los aldeanos la describían. Junko no vivía en la aldea pero a veces llegaba allí para comprar comida, ella vivía un poco más lejos de allí, con su padre.

Todos sentían lastima por Junko, eso era porque su padre a menudo la maltrataba, desquitaba su ira con ella, cuando compraba alcohol, se ponía violento con ella. Pero ¿que podía hacer Junko?, a menudo la manipulaba diciéndole que ese era el único lugar donde ella podía vivir, Junko pensaba que talvez si se casaba podría escapar de la casa de su padre, pero nadie queria estar con ella a causa de su padre.

Al llegar, se sentía nerviosa y con miedo los moretones en su cuerpo aun estaban presentes, y dolían no sabía si la llegaría a golpear de nuevo. Al entrar a su casa su padre estaba sentado esperando a que llegase.

- Traje lo que me pediste, padre - dijo Junko para luego abrir la bolsa y mostrarle el conejo que había cazado.

- ¡¡Es lo único que pudiste cazar!¡?- grito su padre con enojo.

- Padre, yo- Junko fue interrumpida por una bofetada de su padre, provocando que cayera al suelo, y su padre tomándola del cabello fuertemente.

- Eres igual de inútil que tu madre!!!- dijo con enojo para luego volver a empujarla al suelo y escupiendo en su mejilla-No vuelvas aqui hasta no hayas cazado más conejos-grito su padre.

Junko se levantó como pudo, y volvió a salir de la casa con la mejilla adolorida y limpiando con su manga la saliva de su padre.

.

.

.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

.

.

.

Una vez mas Junko estaba en aquel bosque, tratando de buscar un conejo más, sin embargo no era un tarea fácil, al encontrar uno este escapaba muy rapido, no era fácil atrapar uno, antes de que falleciera su madre ella aprendio a usar el arco, pero debido al cansancio no sentia fuerza para usarlo cuando intentaba hacerlo su hombro dolia.

Angel • ken sato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora