Una semana más tarde, Tsunade se encontraba en el proceso de preparar todo para la llegada de Shizune. Habían transcurrido siete días llenos de nervios y emoción, y ya casi no podía esperar a que la joven llegara. Su mente seguía divagando, pensando en cómo sería tener a la joven a su disposición por un mes entero, todas a solas. Era una prueba que estaba deseando que finalmente llegara, y su cuerpo estaba lleno de deseo y ansias por ello.
Cuando finalmente llegó la joven, venía acompañada de su padre. Ambos traían una pequeña maleta cada uno. Dan besó a Tsunade en la mejilla y la saludó con afecto, y a continuación se volvió hacia su hija.
-- Cuida a Tsunade mientras estoy fuera, ¿de acuerdo Shizune? - dijo con una sonrisa.
--Hey! No deberías de decirme a mi que cuide de ella? - pregunto Tsunade
Dan soltó una carcajada cuando escuchó la pregunta de Tsunade.
-- Tienes razón - admitió, con un brillo travieso en los ojos. - Pero creo que Shizune sabe cuidarse sola.
Shizune, que estaba algo apartada, sonrió ligeramente y rodó un poco los ojos. Estaba claro que se sentía un tanto cohibida por la situación.
Tsunade notó el leve gesto de la joven y tuvo que contenerse para no reír. Su pequeña actitud rebelde la hizo aún más atractiva en su opinión.
-- No te preocupes, la cuidaré bien - respondió con una sonrisa, y le guiñó un ojo a Dan a modo de broma
Dan soltó una carcajada y se despidió de las dos con otro beso en la mejilla para Tsunade. A continuación, cogió su maleta y se volvió hacia Shizune.
-- Te veré en un mes, cariño. Se buena - le dijo con una sonrisa, a la vez que le revolvía ligeramente el pelo
La joven bufó ligeramente en señal de protesta y se deshizo del gesto de su padre. Pero a pesar de su reacción, era evidente que lo quería mucho.
-- Ya, ya, ya... - murmuró, con un gesto de hastío.
Dan soltó una carcajada y se marchó, dejándolas a solas
Cuando Dan se marchó, un silencio incómodo cayó entre ellas. Tsunade echó un vistazo a la joven, que aún sostenía su pequeña maleta, y no pudo evitar notar lo atractiva que era. Su piel blanca y suave, sus muslos desnudos y ese rostro con un gesto aún infantil... Todo en ella hacía que Tsunade se sintiera aún más ansiosa y excitada.
-- Si quieres, puedo llevarte a tu habitación - ofreció Tsunade, intentando ser lo más hospitalaria posible. Señaló la escalera con un gesto de la mano, indicándole a la joven que la siguiera
Shizune asintió y siguió a Tsunade hacia la escalera. Su rostro aún permanecía en su expresión seria, aunque su mirada se deslizaba por todo el cuerpo de Tsunade, observándola con discreción pero con una cierta curiosidad. Mientras subían las escaleras, Tsunade notó que la joven tenía sus ojos puestos en ella. Intentó no parecer muy perturbada por ello, pero su mente estaba llena de cosas sucias que deseaba hacer con la joven.
-- Aquí está - dijo, señalando una habitación al final del pasillo. - Esta será tu habitación durante tu estancia aquí.
La habitación era bastante espaciosa y confortable. Tenía una cama individual, un escritorio y un armario. Shizune dejó su maleta en el suelo y se sentó en el borde de la cama, sin quitarle los ojos de encima a Tsunade. Tsunade se quedó de pie en el umbral de la habitación, observando cómo la joven se sentaba en la cama. Su mirada se deslizaba por su pequeño cuerpo varias veces, sintiéndose cada vez más excitada a medida que pasaba el tiempo
-- Mientras desempacas, voy a preparar la comida - dijo Tsunade, intentando relajarse y mantener un tono natural. Desvió su mirada de la joven, pero no pudo dejar de observar su pequeño cuerpo de reojo -- El almuerzo estará listó en media hora, así que baja al salón cuando estés lista - siguió diciendo, y salió de la habitación, dejando a la joven a solas.
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Tsunade x Shizune G!P
Romance⚠️ Está historia es Incestuosa e Involucra a una menor de edad‼️ si es sensible a este contenido se le recomienda no entrar a leer También contiene contenido explicito