⋆✴︎˚。⋆casual? - link

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Habían pasado meses de el cataclismo y que Link haya derrotado a Ganondorf. El jóven se encontraba en medio de una crisis <<¿Qué se supone que haga ahora?>> era la pregunta que rondaba en su cabeza, y tenía toda la razón pues, desde que despertó siempre fue guíado a hacer algo y siempre tenía una misión que completar. A este punto ya no tenía a nadie diciéndole que hacer, ya era libre.

Otra cosa que se ponía a pensar era en su soledad, tenía una casa grande, una mesa grande, una cama mediana pero no tenía con quién compartir todo eso. Realmente nunca lo había pensado ya que su mente pasaba ocupada en otras cosas como salvar Huryle, pero ahora que eso acabó ya podía concentrarse en si mismo.

Salió de su casa para ir a dar una vuelta al pueblo y aprovechando haría unas compras, cuando se encontraba ya frente a la tienda volteó a ver hacía un lado y fue ahí que sus ojos brillaron y su boca se entreabrió, una chica -que nunca en su vida había visto- estaba entrando al pueblo, traía un vestido negro de mangas largas y falda corta, un poco más arriba de las rodillas dejando ver sus lindas piernas, también tenía puesto un corsé que definía sus curvas y hacía que sus pechos sobresalieran del escote del vestido, su caminar no era vulgar pero tampoco caminaba como una princesa, parecía que iba modelando. Con sus dos manos se quitó su capucha dejando ver su cara, tenía unos ojos color miel muy lindos y unos labios carnosos, dos mechones caían en su rostro creando una armonía perfecta. Link quedó embobado.

La chica sintió la mirada del rubio y le sonrió tiernamente, Link se ruborizó y le regresó la sonrisa, la pelinegra decidió acercarse para preguntarle dónde se encontraba exactamente.

-Hola, soy _____ - le extendió su mano con una sonrisa.

-H-Hola, soy Link - tomó su mano. - ¿Eres nueva por aquí? - preguntó con cierto nerviosismo.

-Sí, vengo de la región de Akkala, por el momento me he dedicado a viajar. A todo esto, ¿cómo se llama aquí? - rió.

-¡Yo he ido a Akkala! - exclamó emocionado - Es un lugar muy lindo, y aquí señorita, te encuentras en Hatelia- respondió el rubio

-¡Hateliaaa! - exclamó con cierta obviedad en su tono de voz - y Akkala si que es una linda región, he vivido toda mi vida ahí y la verdad es que quisiera conocer todo Hyrule y luego ver donde sentar cabeza... tal vez casarme y tener hijos - rió.

-Ese es un muy buen plan, te podría recomendar ciertas regiones, yo he viajado mucho y he estado en muchos lugares - ofreció Link con una sonrísa coqueta.

-¡Me encantaría!- soltó la pelinegra, bajó un pocó la mirada y rió bajito al ver que todavía estaban tomados de la mano. Link al notarlo soltó el agarré y se disculpó.

-Si gustas, podríamos ir a comer algo. Conozco un restaurante muy bueno y está cerca.

-Qué bien que te encontré, estoy que muero de hambre - exclamó la pelinegra mientras se tocaba el abdomen.

Caminaron juntos hasta llegar al restaurante, Link sentía la mirada de muchas personas sobre ellos, y cómo no tenerlas, si traía a una de las chicas más lindas que ha visto junto a él. Se sentía bien de haberla invitado, le interesaba y le despertó una parte de él que casi no conocía.

Pidieron su comida y decidieron tomarse un par de copas mientras hablaban y se conocían.

-¿Entonces sí conocés a Zelda? - exclamó con emoción la pelinegra.

-¡Sí! Trabajé con ella un tiempo - dijo el rubio sin entrar en detalle, se sentía más cómodo con que _____ lo conociera así, como un tipo normal y no como "el héroe de Hyrule".

-¡Qué genial! yo solo he trabajado en una tienda de ropa- rió y bebió más de su copa.

Siguieron hablando y bebiendo hasta que la situación se comenzó a poner un poco más calurosa.

zelda - one shots (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora