"Marry my dad" Criská

07

Amargo sabor a vino.

ㅤִ ࣪ =͟͟͞𖤐.ᐟ

—Agradezco que te hayas quedado a cenar, no era necesario.

Ambos se encontraban en la cocina, preparando una pequeña y algo improvisada cena, era increíble como la situación había avanzado tan rápido, Ronaldo ni siquiera se dió cuenta en el momento en que había aceptado acompañarlo. Se sintió enternecido al ver la forma tan débil en la que lo recibió. Sentía una gran presión en su pecho cada que lo recordaba.

—No hay ningún problema. No me gusta verlo-... Ver.—Corrigió de inmediato con nervios.—No me gusta ver a la gente así.

Ricardo sonrió, desviando su vista hacia el sartén en donde terminaba de cocinar un par de pechugas de pollo para ambos.

—Tu madre debe de estar preocupada, ¿Le avisaste?

—oh no, ella...—Rascó su nuca.—Bueno, rara vez cenamos juntos, ella trabaja turno completo así que sólo la veo por las mañanas.

—Lo comprendo.—Respondió con tranquilidad, dando la vuelta a las pechugas.—¿Por qué no vienes a cenar de vez en cuando con João? Estoy seguro de que le haría bien hablar con alguien más además de su aburrido padre.—Rió y limpió sus manos con un mantel.

Ronaldo rió con un poco de falsedad, no le gustaba escucharlo hablar así de sí mismo.

—¿Podrías poner las verduras en los platos?—Preguntó mirando al portugués, quién asintió y acató a sus órdenes.

—¿Y donde aprendió a cocinar?

—Oh yo, me dedico a trabajar en un restaurante y durante muchos años estudié todo lo relacionado a ello.—Comentó mientras veía un poco cómo estaba la salsa que preparó para acompañar las pechugas.—Dejé de hacerlo en casa durante un tiempo debido a que comencé a trabajar extra, pero creo que tengo un buen equilibrio y cada fin de semana trato de preparar la comida y no dejar sólo charolas para recalentar.

—Ya veo, algún día me gustaría ir a ese restaurante en el que trabaja. Me da algo de curiosidad.

—Es comida Italiana, espero y te gusten las pastas.

—Me encantan las pastas.

Ambos sonrieron cómplices sin saber muy bien la razón, luego de un par de minutos de cortas platicas en torno a la cocina, ambos tomaron asiento en el comedor principal, en donde normalmente João y Ronaldo gozaban del almuerzo recalentado que dejaba Ricardo.

—Quizá será una pregunta algo fuera de lugar.—Habló Ronaldo, mientras jugaba un poco con la salsa en su plato.—Pero, ¿No tendrá algo de vino?

Ricardo rió, asintiendo con la cabeza.

—Eso es darme una mala imagen, ¿Cómo voy a confiarte a João?—Dijo en un pequeño tono de broma, levantándose de su sitio para caminar nuevamente a la cocina, después de todo, una buena comida debía de acompañarse con un buen vino.

Regresó luego de unos cuantos segundos, con dos copas entre sus dedos, colocándolas sobre la mesa para servir vino en ellas para entregarle una al más joven y tomar asiento nuevamente.

—No hay cena sin vino, ¿No cree?

Ricardo sonrió, acercando la copa a sus labios para dar un sorbo delicado, catando con intensidad los sabores que la uva le entregaba.

—Tienes razón y, preferiría que me hables de "tú" al menos ahora eres mi acompañante y no es necesario tanto respeto.

—De acuerdo, Y usted...—Se detuvo, riendo con torpeza.—Y tú... ¿Tiene algún otro pasatiempo? Además del fútbol.