"Marry my dad" Criská

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ㅤfotografía familiar.

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El timbre sonó, indicando la reanudación de las clases luego de la hora del almuerzo, Ronaldo se sentía exhausto pues había pasado la noche "haciendo tarea" aunque eso había terminado con él jugando FIFA con João hasta la madrugada. Aún recordaba con gracia los regaños del padre de João pidiéndole que ya fuese a descansar. No podía desaprovechar la oportunidad de reírse de él, así que apenas verlo, comenzó a repetir a la perfección las palabras que el adulto le había dicho al más joven.

—Entonces, por esto entendemos que la fórmula para calcular la potencia es "P = V * I"—Al decir esto, el profesor anotó dicha fórmula para continuar explicando.

Ronaldo estaba un tanto distraído, observaba la pantalla de su teléfono con ansias, esperando a que se diera la hora de la salida, aunque faltaban como cuatro horas más. Miró a su lado, encontrando ahí a João quien miraba a su teléfono el cual escondía bajo el pupitre de la mesa compartida, asomó su cabeza y miró de reojo a la pantalla, entretenidose al ver qué el joven brasileño miraba instagram y compartía un par de imágenes sin mucha gracia, pero que le causaban risa al portugués de lo tontas que eran.

—¿Por qué tu instagram es tan raro?—Murmuró el portugués en voz baja, esperando sólo ser escuchado por su amigo.

—No espíes, hijo de puta.—Al decir esto con una sonrisa, alejó su teléfono y lo apagó para ponerlo pantalla abajo sobre el pupitre.

—Sin groserías, bichito.

Los pómulos de su amigo se enrojecieron con vergüenza, dándole un fuerte golpe sobre el hombro el cual hizo reír bajo al portugués, quién cubrió su boca para no soltar alguna carcajada.
Desde que escuchó aquel amoroso apodo que tenía dentro de su familia, no se detuvo.

Inclusive había cambiado el agendado de João a "bichito".

—¿Jugaremos otra vez?—Preguntó el brasileño aún en susurro, a lo que el portugués asintió.

—Sólo espero que ahora sí le avises a tu papá de que dormirás tarde.

—Vamos, mañana es fin de semana, ¿Por qué mejor no vienes a mi casa? Así podremos jugar por más tiempo.

—Uh, de pronto perdiste la vergüenza de llevarme a tu casa.

—Bueno, creo que más bien las circunstancias me obligaron a adaptarme.

Luego de aquella corta charla el día continuó, durante las siguentes clases Ronaldo avisó a su hogar de que se quedaría a dormir en casa de un amigo, ya ni siquiera se molestaba en pedir permiso, simplemente avisaba.

Horas después el timbre sonó anunciando la finalización de las clases, João ya había notificado de su invitación a su padre, contando con la suerte de que la respuesta a esto fue positiva, inclusive se ofreció a preparar la comida para ambos, Félix había insistido en qué pedirían algo para comer pero la insistencia del mayor de los Dos Santos fue más demandante que el joven brasileño.

El camino fue corto, habían hecho un par de paradas por un puesto de helados para refrescarse un poco, iba a ser un día largo, así que no había prisa para terminar de cocinar.
Pero Ronaldo estaba ansioso, quería llegar cuánto antes al hogar de João para preparar la comida que él había mencionado que cocinaría su padre.

Hasta que finalmente llegaron, ambos fueron recibidos por el rico olor de una comida recién preparada.

—Llegamos, pá.—Avisó João en un tono alto mientras dejaba su mochila sobre el sofá.—Deja la tuya también, vengo en un momento.