Prueba de Embarazo

582 64 57
                                    

Alastor jamás lo admitiría, pero una parte de si muy primitiva y que nunca había salido a la luz en vida lo estaba atormentando. Estaba conforme con su existencia, era un overlord poderoso, influía respeto por donde fuera; tenía una pareja estable por muy loco que le pudiera haber parecido eso en un comienzo, pues se trataba de nada más y nada menos que Lucifer, llevaban aproximadamente veinte años juntos.

Sus servicios en el hotel seguían siendo entretenidos, aunque menos emocionantes desde que la redención era algo común.

Quizás podía culpar a su aburrimiento la -no tan- reciente locura que se les ocurrió, dentro de si esperaba y fuera eso, simplemente aburrimiento. Era demasiado orgulloso para admitir que anhelaba algo más.

Nadie tenía por que saberlo, pero habían estado intentando tener un hijo durante al menos un año. Cada mes, se ilusionaban con la idea de que finalmente podrían convertirse en padres, solo para ver una vez más el temido resultado negativo en la prueba de embarazo.

Lucifer le había advertido sobre lo difícil que sería conseguirlo. Su condición como pecador era algo con lo que su pareja podía lidiar con sus poderes, pero no eran cien por ciento efectivo que funcionaría, era incertidumbre pura.

En vida Alastor fue un Omega, aunque lo oculto para todo el mundo, quizás por eso adoraba ser locutor de radio, nadie tenía que saber su género secundario ni tampoco su color de piel. Luego de la muerte de su madre, fingió ser un beta y esa fachada la mantuvo incluso en su muerte.

Así que biológicamente hablando, su cuerpo debería ser capaz de concebir, la parte importante estaba en justo esa pequeña palabra «debería».

Después de tantas decepciones, Alastor comenzaba a sentirse abrumado por la tristeza y la desesperanza. A veces se preguntaba si simplemente no estaba destinado a ser padre y se estaban poniendo en una situación de agobio inútil.

Pero Lucifer siempre estaba allí para consolarle, para recordarle lo difícil que sería cuando acordaron intentarlo.

"Incluso si en cien años no lo logramos, te seguiré amando, no te culpes de nada" Al principio no entendió el por que se lo dijo, ahora, con la doceava vez viendo el maldito aparato aparecer en negativo, aquellas palabras se ceñían a su mente, jamás imagino tener la desolación en el pecho por esto, sabía que era su condición la que estaba dificultando el tener un bebé.

Lucifer era muy capaz de crear vida, era una criatura angelical, los pecadores eran los condenados. A veces le picaba la curiosidad de preguntarle a su pareja cuantos años tuvieron que pasar para que Lilith quedara embarazada. 

Charlie era hija única, ese hecho no podía pasarlo por alto.

Entonces ¿Por qué le dolía tanto?

Sus orejas estaban gachas, aunque su sonrisa no menguo ni un poco, "Nunca estas completo sin una sonrisa" se dijo a si mismo.

Su sombra no se hallaba mejor que él, más expresiva, más despreocupada por mostrar sus verdaderos sentimientos, una mueca de tristeza y desanimo se podía leer a la perfección, la sombra creo una silueta de un bebe, lo mecía como si fuera suyo y luego aquella ilusión de un cachorro se rompió, dejando a su sombra aun peor, estaba seguro que si su sombra pudiera hacer ruido, estaría llorando. 

Solo tenía a Lucifer y su sombra para compartir la tristeza que jamás dejaría ver a otro ser, nadie tenía idea sobre sus múltiples intentos fallidos por quedar en cinta, es más, no solo nadie sabía, por ningún motivo alguien tenía que enterarse, no soportaría que alguno de sus conocidos lo viera con lastima y le dieran falsas palabras de aliento, sumándole positivismo vacío y sin argumento. 

Alastor Mom WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora