capítulo 6

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— Mierda, Fez, sé que estás ahí

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— Mierda, Fez, sé que estás ahí. —insistió Rue— Abre la puerta.

Ren se puso nerviosa al oír a su melliza. Por algún motivo también sintió vergüenza ante la idea de que la viera allí, junto a Fez, aunque sabía bien que no había nada de malo en ello, ¿verdad?

Él se puso en pie, dudoso, intercalando la mirada entre la chica que había en su sofá y la puerta. Finalmente, Ren le dio un asentimiento que le hizo mover al fin las piernas en dirección a la entrada. De reojo, vio como Ren se hundía ligeramente con los cojines, lo suficiente como para no ser vista desde la puerta.

El corazón de Ren se rompió a pedazos al oír como su hermana le pedía droga. Llevaba dos semanas limpia, y lo iba a mandar todo a la mierda. Todo porque había besado a Jules, para después salir corriendo muerta de miedo.

— No, lo siento, no puedo. —respondió Fez, tras dejar la segunda puerta todavía cerrada.

Podían verse, pero ella no podía pasar.

— Venga, hombre, no seas capullo.

— No, te lo digo en serio, no puedes pasar. 

Ante la insistencia de Rue, Fezco miró con disimulo hacia el salón. Parte de él empezó a quebrarse también al ver como los ojos de Ren se cubrían de lágrimas que luchaba por no derramar. Se giró de nuevo hacia la puerta, negando.

— Mira, solo necesito oxi.

— Lo siento, pero no.

— Fez, he tenido un día de mierda, ¿vale? —confesó con la voz rota— Pero de mierda de verdad, necesito que me abras la puerta. —Ren, al oír como contenía el llanto, se levantó— ¿Puedes abrirme?

— No voy a ayudarte a que te mates, Rue. —Fezco hizo un gesto con la mano para que Ren se mantuviera donde estaba. Se quedó quieta— Lo siento, pero... No puedes venir más aquí. Vete a casa.

— No. Fez, espera... —cerró la puerta, y Rue se cabreó al momento— ¡Joder! —Ren salió del salón, sintiendo como el corazón le quería salir del pecho— Fez, ábreme la puta puerta, ¿vale? Te lo ruego, solo... ábreme. —Ren miró allí donde estaba su hermana, sin darse cuenta de que su mano estaba tentada a ir hacia el picaporte. Fezco la detuvo antes de que lo rozara siquiera. Confió en él sin necesidad de oír una palabra.— Fez, eres un maldito mentiroso. ¡Te ganas la vida vendiéndole droga a los adolescentes! ¡¿Y ahora me vienes con este ataque de moralidad?! ¡No eres más que un puto camello fracasado! —Ren retrocedió ante los gritos de su hermana— ¡Un puto camello fracasado al que le quedan unas siete neuronas! 

WRITTEN SOMEWHERE ⎯⎯ ꜰᴇᴢᴄᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora