Narrado:
Después de todo los sucedió , Marx llegó a la conclusión de que debía abandonar el pueblo lo antes posible para evitar ser descubierto. Emma, preocupada por Reymon, propuso que también se unieran a ellos. Aunque inicialmente Marx se mostraba reacio, recordando el incidente anterior, tras insistir finalmente aceptó, cargando a Reymon sobre sus hombros. Juntos, se dirigieron al pueblo de donde habían venido, atravesando el bosque para alejarse de la aldea.
Al llegar, Reymon se despertó en un sofá de una casa abandonada y destartalada, pero sorprendentemente limpia. Al levantarse, se encontró con Emma, Marx y Mina, quienes le explicaron que estaban en su refugio.
"Por si no lo habías notado", dijo Emma, "nosotros también somos huérfanos".
Reymon, confundido, Emma preguntó cómo se sentía después de dormir tanto.
"Bien", respondió Reymon, "pero no recuerdo lo que sucedió".
Al sentir la barra de pan que había guardado en su bolsillo para sus hermanos, Reymon recordó todo. Pidió perdón por causar tantos problemas.
"No fue nada", dijeron Emma y Mina al unísono.
Marx, con su habitual dureza, le advirtió que no causara más problemas.
Emma, con su amabilidad característica, le aseguró a Reymon que no se preocupara por dónde vivir y que podía quedarse con ellos.
En ese momento, Marx protestó, argumentando que Reymon causaría demasiados problemas. Sin embargo, Emma y Mina insistieron, hasta que Marx finalmente cedió, pero Reymon, atormentado se resistió al principio, insistiendo en que no quería causar más problemas. Sin embargo, Emma le seguía pidiendo que se quedará y le tranquilizó, asegurándole que estaban dispuestos a apoyarlo. Finalmente, Reymon aceptó la oferta y agradeció a sus nuevos compañeros por todo lo que habían hecho por él
Al pasar más tiempo con ellos, comprendió su estilo de supervivencia. Mina y Emma se encargaban de las tareas domésticas y ocasionalmente recogían bayas, mientras que Marx salía al bosque para cazar animales para la cena o realizar algunos encargos para recaudar dinero.
Vivían al margen de la sociedad, huyendo de aquellos que querían meterlos en un orfanato o descubrir su verdadera naturaleza. A pesar de no tener lazos de sangre, se trataban como una familia, apoyándose y protegiéndose mutuamente.
Reymon, decidido a ayudar de alguna manera, se ofreció a acompañar a Marx a cazar. En el camino, Reymon intentó conversar con Marx, quien permaneció callado y distante.
Al llegar al bosque, Reymon dudó sobre cómo ayudar, ya que nunca había cazado. De repente, un jabalí cargó contra Reymon, pero antes de que pudiera tocarlo, un extraño símbolo en el brazo de Marx creó una masa oscura y afilada que partió al jabalí en dos.
Reymon quedó atónito por el poder de Marx, quien le dijo que era un estorbo y que debería regresar a ayudar a las chicas.
Irritado por el comentario de Marx, aunque consciente de su inexperiencia en la caza, Reymon decidió aprender. Recordó el momento en que había perdido el control de su propio poder, y de repente, sus estadísticas corporales se elevaron y una llama oscura surgió de su mano.
Reymon se sorprendió y se alegró de haber usado magia por primera vez por sí mismo. Marx se enfadó un poco, pensando que lo había subestimado, pero sabiendo que Reymon era fuerte por haberlo visto usar magia antes.
Así, se desafiaron a cazar más animales que el otro antes de que se pusiera el sol. Utilizaron sus poderes para cazar, y aunque solo necesitaban comida para la cena, comenzaron a competir para ver quién cazaba primero al siguiente animal.
Exhaustos, cada uno había cazado tres jabalíes, además del primero, lo que sumaba siete. Usando sus poderes, los cargaron y arrastraron, aunque seguían siendo muy pesados.
A partir de ese viaje, comenzaron a llevarse un poco mejor. Se podría decir que Reymon despertaba el lado más infantil y competitivo de Marx, a pesar de que siempre está serio. Al regresar, Mina y Emma se sorprendieron al verlos tan cansados y la cantidad de comida que habían traído, que normalmente si ahorraban les serviría para varios meses.
Después de conocerlos a todos más a fondo, descubrió un poco más sus características:
Mina
- Edad: 10
- Moral: Para su edad es bastante sabia, aunque bastante tímida, pero sobre todo es una buena persona que siempre busca encontrar el lado bueno a las cosas.
- Raza: Ángel
- Poder: Tiene el poder de manipular la luz a su antojo y crear lo que quiera con ella. También puede curar y hacer que las personas recapaciten.
Marx
- Edad: 12
- Moral: Es una persona bastante seria, reservada y desconfiada, pero cuida mucho a sus compañeros aunque se haga el fuerte.
- Raza: Elfo
- Poder: Tiene un extraño tatuaje en el brazo que puede crear una masa oscura con la que se defiende y ataca.
Emma
- Edad: Desconocida
- Moral: Es una chica muy alegre que siempre tiene un humor positivo y es buena persona. Lo único que recuerda de su pasado es desde que conoció a Marx.
- Raza: Desconocida
- Poder: Desconocido
Reymon, al pasar el tiempo , recordaba mucho a su familia y no podía evitar deprimirse. Sin embargo, al convivir con ellos, se animaba ya que gracias a ellos recordaba que existían muchas cosas buenas aún en la vida.
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El Paramo de los Dioses
FantasyReymon, Marx, Emma, Mina, 4 jóvenes de distintas razas, que tienen como objetivo erradicar el mal que causa la oscuridad que propaga cierta organización. y defender este mundo de la injusticia y la discriminación de razas. Mientras luchan ellos mis...