Capítulo 5) En la Feria

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Dialogo:

*Una semana después*

*Reymon, mientras dormía, empezó a tener una pesadilla. Era la misma pesadilla que había tenido hace semanas, pero esta vez, vio una guerra en la que una persona con un rostro sonriente y aterrador asesinaba a todos los que tenía delante, dejando un rastro de sangre.*

Reymon: No... para...

*Escuchó una voz hablando en un idioma que no entendía.*

Reymon: No... no entiendo...

*Luego escuchó la voz de Mina.*

Mina: Reymon... Reymon...

Reymon: Qué...

*Despertó asustado y miró a Mina a su lado.*

Reymon: *Jadea* Mina...

Mina: *susurra* Perdón por despertarte... creí que tenías una pesadilla... te sentí moviéndote y me desperté...

Reymon: *susurra* No tienes que disculparte... si tuve una pesadilla... perdóname a mí por despertarte...

*En esa casa solo había una habitación, así que todos dormían juntos.*

Mina: *susurra* No te preocupes... entiendo. *Se levanta de la cama para caminar a la sala.*

Reymon: *susurra* ¿A dónde vas?

Mina: *susurra*... Ya no tengo sueño. Voy a hacer los quehaceres de la casa...

Reymon: *susurra* Te acompaño.

Mina: *Asiente con la cabeza.*

*Mientras Marx y Emma todavía dormían, Reymon y Mina, ya desvelados, matan el tiempo con los quehaceres de la casa mientras conversaban.*

Mina: Esto... ¿sabes algo de tu raza? Según las leyendas, los demonios, junto con otras criaturas oscuras, estaban encerrados en el inframundo.

Reymon: En realidad fui adoptado y la persona que me adoptó no sabía nada de mis antiguos padres, ni tampoco sabía de qué raza era. Conozco mi raza por lo que sucedió en la iglesia, pero aun conociéndola, no sé nada sobre los demonios.

Mina: Bueno.... según las leyendas, algunos tenían aspecto similar al de los humanos y otros eran completamente deformes, con exceso de extremidades, con una mentalidad malévola, egoísta hasta psicópata.... La mayoría no sentía remordimiento por matar, sino satisfacción, solo les importaba su propia vida.

*Quedó callada al ver que Reymon estaba procesando lo que le acababa de contar, un poco traumado.*

Reymon: *Traumado* (Así es mi raza......).

Mina: Perdón..... Reymon. Es que, de pequeña, mis padres me contaban sobre las características de otras razas, y fundamentalmente, la de los demonios, porque son considerados nuestro peor enemigo.

Reymon: No te preocupes... entiendo.

Mina: Bueno.. Pero no prestes atención a lo que te acabo de contar. Sinceramente, la primera vez que te vi, por tus rasgos, me imaginé que eras un demonio, pero no quería juzgarte mal y te salvé. Todo este tiempo traté de observarte, ya que ni Marx ni Emma tenían claro lo que era un demonio. Pero aún así, nunca te vi como una amenaza desde que te conocí, incluso vi cómo estabas desesperado por salvar a tus hermanos, algo que un demonio no haría. Así que, no deberías de preocuparte. Eres un buen chico y me agrada cómo eres. *Se ruboriza.* Perdón... siento que hablé demasiado...

Reymon: No tienes que disculparte. *Sonríe.* Gracias por decir lo que piensas de mí.

Mina: No hay de qué.

El Paramo de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora