III

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— Danielle, vete a comprar un paracetamol, tienes partido mañana —la mencionada frunció el ceño—, ¡me siento mal!~

— Busca a Hyein que por algo es nuestra vecina y dile que te acompañe.

Marsh salió de la casa y fue a tocar timbre a la casa de Hyein, le abrió el amigo de su hermano.

— Hola, Danielle, ¿qué quieres? —la mencionada mordió su labio inferior y rió—, busco a Hyein.

— ¡Hyein, te busca Danielle! —gritó el chico, haciendo reír a la de rulos.

— ¿Qué me cuentas? —continuó él—, nada, tengo partido mañana y no quiero jugar.

— Iré a verte si juegas —dijo él con una sonrisa. En eso, Hyein apareció.

— Ya deja de coquetear con mi pobre enfermita Danielle, vamos, te acompaño.

La chica rió—, acompáñame a comprar paracetamol.

— ¡Yo quiero ir! —exclamó Taehyung—, ya, vente —contestó Danielle y la hermana del chico revoleó los ojos.

Los tres chicos se dirigieron a una farmacia y cuando entraron, Danielle maldijo a todos sus ancestros.

— Hola, Jihye —saludó la de ojos gatunos.

— Hola, Hae.

— Mañana juegas, ¿no? —Danielle miró a Hyein—, depende de como me sienta.

— Espero que te sientas bien, quisiera verte jugar —Danielle casi se cae de culo ahí mismo y la coreana le sonrió.

Taehyung abrazó a Danielle por los hombros y Hyein miró a Haerin, luego su mano, su puño estaba cerrado con rabia.
La menor se acercó disimuladamente a Haerin, la cual miraba algunos productos.

— ¿Te sientes celosa, Kang?

— ¿Qué? No, ¿cómo por?

— Porque tu puño indica lo contrario —Haerin miró hacia sus manos y la coreana tenía razón.

— Si estas celosa, mañana dedícale un punto, yo me aseguro de que vaya.

— ¡Qué no estoy celosa! —gritó la de ojos gatunos, haciendo que Danielle la mire confundida.

— Tú misma te delatas, Haerin, ya sabes —y le guiñó un ojo. Taehyung acercó a Danielle más hacia él, pero la chica se despegó de él cuando tocó comprar su paracetamol.

— Un paracetamol y un condón.

— ¿Qué? —dijo Hyein.

— ¿Nunca compraste condones, Lee?

Hyein tragó saliva.

— ¿No sabias que coger te sube los ánimos? —preguntó Danielle, la mirada de la de ojos gatunos estaba plantada en ella.

La farmacéutica le dio lo que pidió y Danielle lo pagó, luego, tomó un vaso de agua y se tragó la pastilla. Después se acercó a Haerin.

— Toma, coger hace bien antes de los partidos —dijo la australiana entregándole el condón, la cara de la de ojos gatunos era indescriptible.

— ¿Con quién voy a coger, Danielle?

— No sé, eso lo manejas tú.

Danielle sonrió y salió de la farmacia, dejando a sus amigos estupefactos.

— — —

Marsh estaba por dormir y ya se sentía mucho mejor, en eso, le llegó una llamada de un número desconocido.

— Aló?

— Ven aquí a mi casa, necesito jugar bien mañana.

— ¿Kang Haerin?

No me hagas esperar, Danielle, vamos.

— Estoy de salida, ¿qué obtengo a cambio?

¿Acostarse con tu ex no te parece suficiente?

Danielle rió.

— Sólo porque quiero ganar mañana.

Heat Waves } daerinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora