Día 2. Antojos

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Mucho texto antes de lo que va el día...

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El primer hijo del matrimonio Morningstar fue una enorme sorpresa para todos en el Infierno, incluído el propio Lucifer, porque se olvidó de un detallito muy insignificante que su hermano mayor Azrael le advirtió:

Alastor podía quedar embarazado.

Aunque al principio el pelirrojo no reaccionó por completo, pues su esposo lo había abrazado de una forma tan dulce y reconfortante que no pudo hacer más que llorar junto a él; después llegaron las consecuencias para el soberano por haberlo dejado preñado "de la nada".

Pero en fin, el embarazo fue una montaña rusa de emociones para ambos, y cuando el cervatillo estuvo en los brazos de sus padres, el Alastor que todo mundo conocía, pareció esfumarse en cuanto el bebé de cabellitos rubios, ojos idénticos a los de Lucifer, unas preciosas orejitas y colita esponjosa de ciervo, lloró en búsqueda de su calor.
El lado más emocional, protector y maternal del demonio de la radio salió a relucir, estaba completamente encantado con la creación proveniente de su vientre.

Y con el paso de los años, su cervatillo, al cual nombraron Phenex (una extravagancia de Alastor para que su hijo destacara con solo pronunciar su nombre) creció rodeado de amor y protección que pocos podrían imaginar de un lugar como el Infierno.

Sus padres, su hermana mayor Charlie, su tía, sus niñeros, y padrinos lo cuidaban de cualquier peligro inminente, desde su nacimiento hasta sus tiernos 7 años de vida, los cuales en definitiva no fueron nada sencillos de sobrellevar.

Phenex era un niño peculiar, una mezcla fascinante de no solo las características físicas de sus padres; desde la réplica exacta de los ojos de Lucifer, su cabello rubio, mejillas circulares rojizas, tez pálida, hasta las orejas y la cola de ciervo de Alastor, también su característica sonrisa.
No posee alas de ángel como desearía, pero si heredó el poder de cambiar de forma de su padre (lo que lo llenó de orgullo), así como un talento innato para la magia vudú, habilidad que fascinó a Alastor.

En un principio el soberano tuvo mucho miedo del rápido crecimiento de su pequeño, así como de la presión  que les metía día y noche por aprender a controlar y perfeccionar sus poderes, Alastor instruyó a su cervatillo desde esa edad tan temprana, aún si a Lucifer no le parecía; después el soberano tuvo que aceptar indudablemente.

Por supuesto que no faltaría su protección de los peligros que acechaban en cada esquina de su hogar; Alastor, en particular, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por su hijo, sin importar el costo, y Lucifer, por supuesto moriría por proteger a su bebé.

Y fueron precisamente estas cosas las que hicieron que Phenex fuera el niño más feliz en el Hotel Hazbin, además de ser el ÚNICO ahí.

No le duró mucho tiempo la felicidad, 7 años y 4 meses cumplidos, todo iba bien, era feliz, consentido, amado, hasta venerado.

Luego, la peor noticia de su corta existencia llegó a su vida, la cual no le trajo mucha felicidad que digamos...

Un día como cualquier otro, Phenex se encontraba en el living haciendo un concurso de dibujo con cada miembro del Hotel, de su familia; todos sentados en el suelo, o en los sillones, con una hoja de papel, colores, crayones, y los aperitivos que la Niffty preparó.

✿★ ᴀʟᴀꜱᴛᴏʀ ᴍᴏᴍ ᴡᴇᴇᴋ ★✿ (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora