La Mujer de la Maldición (TERMINADA)

4- Tan Cercas pero Tan Lejos

Ines

Un día, mientras Atilio no estaba, Lia, Juanito y yo estábamos en la cocina haciendo pastelitos y Lia me hizo una pregunta que nunca olvidaría

-Mamá, Tú nunca te as enamorado de otro hombre que no fuera mi papá?

La miré en shock ¿De dónde en el mundo había venido esta pregunta?

-porque lo preguntas hija?

-nomas porque lo vi en una película

-pues lo que miraste era una película Lia no la vida real, cuidado que te vas a quemar con el horno

Tenía siete años entonces cuando me preguntó que ya había cumplido 11 años y era una muñeca, la niña de consentida de papá. Si bien Juanito era más cercano a mí y no lo culpo, él era un niño de mamis.

Atilio nunca había mencionado el nombre de su hermano y por eso me alegraba pero aunque no escuchaba su nombre todavía tenía un recuerdo escondido en el fondo de mi mente. La noche que Victoriano y yo hicimos el amor él me había regalado un brazalete de piedra que él había tallado todavía lo tenia guardo porque era lo único que me quedaba de él, Atilio lo había visto pero no sabía que eran sus hermano

-Ines mi amor

-Dime Atilio

-tengo que viajar a la ciudad de México

-quieres que te empaque tus maletas?

No, quiero que empaques NUESTRAS maletas

-Nuestras?

-Si quiero que vayamos como familia así Lia y Juanito conocen un poco de la ciudad! Especialmente donde nos conocimos

La ciudad de México me trajo malos recuerdos, de ninguna manera quería ir allí y probablemente él lo sabía.

--quieres venir?

-claro Atilio , Vamos

Pero el pasado quedó atrás. Yo era una mujer casada y tenía dos hermosos hijos. ¿Qué podría salir mal?

Al proximo dia amaneci con vomitos y nauseas y me dijeron que estaba embarazada, que alegria otro hijo iba a tener!

-Atilio tengo algo que decirte

- que paso?

-Estoy embarazada de nuevo

Me abrazó y gritó que estaba tan feliz

-que alegria

Atilio

Tenía un teléfono aparte al que hacía llamadas importantes y una de esas personas era mi hermano. Estaba bien escondido de la vista de Inés, yo había ganado y los había separado. Sí, Inés era mi esposa y al principio de nuestro matrimonio fue duro y no tengo que admitir que fui un idiota porque la traté como una mierda. Cada vez que la tocaba y ella negaba me enojaba porque estaba pensando en Victoriano yo estaba seguro

Hoy, mientras me sentaba en el escritorio de mi deapacho y miraba la foto de mi familia, no podía sentir nada más que culpa. Había construido este matrimonio a partir de mentiras y deshonestidad. Algo que había sucedido hace años que todavía me carcomía, No estaba en paz

Flashback>>>>>

-Maldición Loreto mi hermano me la esta arrebatando de las manos

- y no piensas hacer nada atilio?

-Qué quieres que haga si ya se van a casar y no hay nada que los detenga