《°※Capítulo XVII※°》

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Cale estaba viendo si ya no estaba aquel anciano vicioso cerca de su habitación.

Sin darse cuenta de como lo miraba aquel sirviente divertido.

—Joven maestro, ¿se encuentra mejor?— Dijo sonriendo amablemente.

—¿Eh? Bueno, ¿si...?— Cale respondió dudoso.

—Me alegra saber eso, ¿me permite entrar?— Dijo amablemente.

—Claro...— Cale encontraba está situación algo extraña.

—Joven maestro, al ver como se encuentra puedo decir que se acababa de levantar.

—Em... Si, me acabo de levantar. Estaba dormido ya que es de noche...— Dijo Cale perezosamente.

—Mis disculpas por haberlo molestado, como puede ver nada más venía a traerle un té para que se mejorará.— El sirviente que estaba sonriendo quitó su sonrisa al saber que despertó a Cale, eso era algo que no debería hacer ya que es un sirviente.

—No te preocupes...— Cale realmente no sabía quién era aquel sirviente, tampoco es como que viniera en la novela.

—Aquí tiene joven maestro, es un té de rooibos. Espero y le ayude a que pueda seguir durmiendo tranquilamente. 

—Té de rooibos, ¿eh?— Cale solo pudo pensar en el té amargo que le había estado trayendo Ron.

—El té de rooibos es originario del continente oriental y se elabora a partir de una planta local, su sabor es amargó pero-

—Entiendo, puedes dejar de explicar.— Cale no quería escuchar más a partir de la palabra amargó.

—Mis disculpas joven maestro, no era mi intención el molestarlo.— El sirviente sonrió  nuevamente, está vez un poco decaído pero sonrió tranquilo como si fuera normal.

Cale solo tomo un sorbo del té esperando a que supiera amargo como ya lo había mencionado el sirviente.

Sorprendentemente para el, el té tenía un sabor dulce y afrutado que le recordaba a la vainilla y a la miel.

También sentía pequeñas notas del sabor dulce de nueces y algunas otras frutas, dejándolo relajarse ante este sabor dulcemente relajante y tranquilo.

—Sabe bien...— Cale miro directamente al sirviente esperando una respuesta ante su duda e intriga del sabor.

—¿Me permite explicarle?— Parecía haber vuelto a estar un poco animado, pero su sonrisa era calmada y tranquila, una sonrisa que mostraba felicidad genuina que no desvordaba, pero era linda.

—Si...— Cale quería saber de este té tan relajante y tranquilamente dulce.

—Como le mencionaba antes, el té de rooibos es originario del continente oriental y se elabora a partir de una planta local. Su sabor es amargó pero dulce, con notas de frutas y nueces.—

El sirviente sonrió esperando alguna respuesta de Cale, quien solo asintió con la cabeza esperando escuchar un poco más.

A lo que el sirviente sonrió nuevamente y continuo explicando.

—El té de rooibos es una opción de entre los tés dulces, como ya mencione, es originario del continente oriental, el te de rooibos tambien suele saber afrutado, teniendo un sabor que recuerda a la vainilla y a la miel. Es un té que puede variar de sabor según su preparación en las hojas y elaboración.

El sirviente finalizó su corta y abreviada explicación sonriendo tranquilamente, y Cale hablo en ese momento.

—Tu... puedes... ¿puedes traerme más de este té mañana?— Mientras el sirviente daba aquella explicación Cale había estado bebiendo el té, le gustó mucho sentir un sabor que no era amargo como el de Ron.

Era un sabor dulcemente tranquilo...

—Por supuesto, joven maestro. Me aseguraré de traerle más de este té si gusta.— El sirviente se había sorprendido un poco, pero pronto volvió a tener su sonrisa calmada para responder tranquilamente.

—Gracias...— Cale estaba pensando en lo bonito que sería poder beber más tés dulces.

Entre esos pensamientos pensó tambien en como quería evitar a Ron, si pudiera beber tés dulces sin que Ron estuviera cerca sería muy feliz, por eso no pudo evitar sonreír ante el pensamiento.

El sirviente, quien miro a Cale hasta ver la pequeña sonrisa en su rostro hablo con una sonrisa también.

—Joven maestro, ¿le... Le gustaría que le trajera otros tés dulces?— El sirviente hablo tranquilo, esperando la respuesta de Cale.

—Eso... estaría bien.— Cale respondió casi al instante, pensado en que ahora solo faltaría que Ron se fuera con Choi Han. Su sonrisa se amplio pensando en una vida que fuera exactamente como este momento.

—Bien... Me aseguraré de traerle otro té el día de mañana joven maestro.— El sirviente sonrió mientras salía de la habitación y se despedía respetuosamente mientras se alejaba.

El sirviente ya se había alejado lo suficiente de la habitación de Cale.

Su horario ya había acabado, por lo que decidió retirarse al momento de dejar limpio y en orden lo que ocupo para hacer y llevar el té.

—Oh, buenas noches de nuevo señor Ron. ¿Ya a terminado sus labores del día de hoy?— Dijo sonriendo el sirviente a Ron, quien tenía a beacrox en su espalda dormido.

—Por supuesto, ¿y usted? ¿pudo entregarle el té al joven maestro?— Dijo amablemente, con su típica sonrisa benigna.

—Para mi suerte el joven maestro Cale estaba dormido y por eso no abría la puerta, pero se despertó a abrirme.

—Es una sorpresa que el joven maestro se levantará. Y dígame, ¿que té fue el que le llevo?

—El té que le lleve era el té de Rooibos, parece haberle gustado así que le pedí permiso para llevarle yo mismo el día de mañana otro té.

—Ho, es bueno que al joven maestro le haya gustado el té que le llevó.— Dijo Ron otra vez con una sonrisa.

—Por supuesto, sabe señor Ron, por un momento llegué a pensar que al joven maestro Cale no le agradaría el té pero si le gustó.— Hablo con una sonrisa.

—Ciertamente a el joven maestro no le agradaba beber té a menos que estuviera con la condesa.— Ron hablo un poco nostálgico.

—Por supuesto, eso era... era algo muy conocido por todos en el ducado.— Hizo una sonrisa calmada ocultando la tristeza que sentía en esa hermosa sonrisa, aunque a Ron no le engaño ni un poco.

—Sí, era algo muy conocido...— Su sonrisa no desvanecía pero su voz tenía algo de tristeza.

—Señor Ron, aunque no a pasado mucho tiempo, me alegra saber que el señor Ron este cuidando al joven maestro tan cuidadosamente, le agradezco demasiado por ello.— Una sonrisa más segura aparecía en el rostro de este.

—Es mi deber jovencito, no hay razón por la cual deba sentirse alegre ni agradecido.

—Señor Ron, le diré algo. Puede que no sean las palabras correctas pero, señor Ron, siento que usted es alguien que sin duda será especial para el joven maestro por como la a estado cuidando y como lo hará en el futuro, estoy seguro, por eso... Espero que no le abandoné, ya sea de uno u otra manera.

El sirviente más joven sonrió calmado, pero su sonrisa y sus ojos demostraban un confianza que esté ponía en Ron.

—Por favor, si es que pasa algo en el futuro, le pido... le pido que no le dejé solo, que no lo abandoné.— Su cara ahora tenía una sonrisa tristemente dibujada, pero su voz le entregaba a Ron una gran confianza.

Una voz que no fue escuchada, si no que fue ahogada.

Nada más que una confianza completamente ignorada y firmemente alejada en otra línea temporal...

Una voz que fue olvidada y desechada sin importar sus esfuerzos...

Una voz que termino muerta antes de siquiera empezar la historia original.

《°※Zorro Astuto※°》|| Cale Henituse, eres un zorro astuto, ¿zorro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora