《°※Zorro Astuto※°》|| Cale Henituse, eres un zorro astuto, ¿zorro?

《°※Capítulo XVI※°》

—Por supuesto, aunque digamos que esté alguien es muy... difícil de proteger. Si, eso. Esta rodeado de gente mala, necesito poder alejarlo de ellos y protegerlo hasta que pueda cumplir su sueño de ser libre.

—El sueño de ser libre... Suena como si estuviera en una jaula, ¿ese alguien es humano? ¿O es un hombre bestia?

—No hay razón para dar más información de lo que dije, por cierto, ¿tu por qué robas?

—Tsk, solo diré que necesito el dinero para poder cuidar de algunas personas.— Lo sabía, Cale había visto la comprensión que tuvo este tipo cuando dijo que quería proteger a alguien.

—Parece que estamos casi en las mismas, ¿están enfermas esas personas? ¿o están en peligro?

—No pienso responder eso.— El ladrón parecía estar sospechando ahora mismo.

—¡Aigo mi pobre vida...!, ten cuidado en donde vayas a vender los artículos. No uses las monedas imprudentemente a menos que quieras que te atrapen.— Cale no tenía pensado involucrarse cuando ya tenía sus propios problemas.

—Ejem, ¿puedo saber tu nombre?— Tenía el presentimiento que se volvería a encontrar con el chico enfrente suyo.

—¿Mi nombre? Antes de preguntar el mío deberías dar el tuyo, ¿no lo crees? Es educación básica.— Cale estaba pensando en que nombre usar.

—Cof, Cof, tienes razón. Mi nombre es Bob, ¿y el tuyo?— El ladrón estaba estrechando su mano esperando a que Cale se presentará.

—Ja, es un gusto Bob, mi nombre es Kaitou.— Cale se rió un poco al escuchar el nombre del ladrón, Bob, ese era el nombre que tenia pensado dar.

Pero ya que se lo quito el contrario prefería usar un alias para así no tener que dar un nombre que podría usar en alguna otra situación.

—¿Ladrón de guantes blanco?— Se rió un poco al igual que el ahora conocido como 'Kaitou', quien estrecho su mano en respuesta al saludo.

—¿No crees que me queda muy bien mi nombre?— Kaitou tenía la cara tapada a excepción de sus ojos, estaba sonriendo, en sus ojos se podía ver incluso su sonrisa de estafador.

—Por supuesto, no daño a nadie mientras robamos, si que es un ladrón de guante blanco, Kaitou.— Bob se acostumbró rápidamente a aquel nombre falso, era evidente que era falso el nombre de kaitou.

—Su nombre también le queda bien, Bob.— Ninguno estaba dando su nombre, era una situación divertida.

Pero Cale no tenía tiempo de sobra como para seguir riendo.

—¿Mhmm?, ¿Tienes prisa?— Bob parecía haberse dado cuenta.

—¡Por supuesto!, ¿sabes lo difícil que me será ir a conseguir objetos con los que pueda proteger a alguien?

—¿No eras un mago? Debería ser fácil para ti usar el teletransporte de aquí a la capital y conseguir lo que buscas.— Sospechas, Bob tenía sus sospechas.

—Ni que tuviera la gran habilidad como para hacerlo, la distancia es relativa, y... no se trata solo de buscarlo.— Cale realmente tenía un gran dolor de cabeza al pensar en como tendría que trabajar una vez estando en la capital.

—No siento mana fluyendo en ti.— Fue directo al punto.

—Oh, que sorpresa. Pensé que te habías dado cuenta desde antes, supongo que te sobreestime.— La voz sonaba decepcionada.

—¿Cómo?, ¿cómo cambias tu apariencia?

—¿No te has dado cuenta? Que decepcion, me gustaría decirte pero no tengo el tiempo y... eso me arruinaría la diversión. Cada quien a su rumbo, eso es lo mejor.— Cale se tenía que ir rápido, ¿que pasaría si alguien notaba su ausencia?

—Bien, lo descubriré yo solo. Espero y no nos volvamos a ver, kaitou.— Cale sonrió ante la respuesta de Bob y rápidamente se fue del lugar.

***

—Joven maestro Cale, ¿Puedo pasar?— Un joven sirviente estaba tocando la puerta de Cale, esperando la respuesta de su joven maestro.

El sirviente, al no escuchar respuesta alguna intento abrir la puerta. Dándose cuenta de que está estaba cerrada con llave.

—¿Joven maestro Cale?, ¿Esta adentro?— Otra vez no obtuvo respuesta alguna.

Fue entonces que llegó Ron.

—¿Sucede algo?— Pregunto el anciano con su típica sonrisa benigna.

—Oh, buenas noches señor Ron. Hace un momento toque esperando recibir el permiso del joven maestro para entrar, no recibí respuesta así que intente abrir la puerta. Pero está parece tener seguro.

—La última vez que estaba enfermo también le puso seguro a la puerta el joven maestro, no se preocupe. Dígame, ¿Qué razón le hizo venir a ver al joven maestro?

—Oh, como vera le vine a traer un té. Cómo se encuentra enfermo lo mejor es que tome agua tibia o un té que le ayude. Cómo aún es joven no a de saber que tés le han de gustar  así que le e traído un té que el doctor sugirió. Aunque esperaba poder traerle un té dulce es mejor seguir la recomendación del doctor.

El sirviente sonrió explicando calmadamente, aunque en sus ojos se podía ver qué parecía preocuparse por el joven maestro Cale.

—Un té dulce... El joven maestro tomaba cualquier té estando con la condesa, pero tomaba principalmente té amargo.— Dijo Ron sonriendo.

—Oh, ¿es así? Bueno, no hace daño que el joven maestro tome una derivada variedad hasta que encuentre algo que se adapte a su gusto. Siendo sincero no creo que al joven maestro le interesará el sabor del te al estar alegremente con la condesa.

—Mhm... Si prefiere puede retirarse a hacer sus deberes y yo espero aquí a qué el joven maestro se despierte.

—Le agradezco su amabilidad señor Ron, pero lo que estoy haciendo ahora es mi deber. Mis demás quehaceres los e finalizado y quisiera poder saber cómo se encuentra el joven maestro dándole este té.

—Jojojo, ¿Es así? Eres muy responsable para ser tan joven, me imagino que te preocuparte mucho por el joven maestro Cale.— Ron parecía sorprendido ante la tenacidad y responsabilidad del contrario.

—Por supuesto, cuando escuché que el joven maestro estaba cada vez enfermarse más no pude evitar preocuparme un poco. Quisiera aliviar mi intranquilidad viendo como se encuentra.— Explico el más joven sonriendo amablemente.

—Bueno, entonces me retiraré para dejarle hacer su deber.

—Oh, muchas gracias, señor Ron, no estaría mal si pudiéramos hablar tranquilamente más tarde.— Dijo volviendo a sonreír en cortesía, realmente deseando poder seguir hablando con el mayor.

Ron se retiró del lugar con su típica sonrisa, mientras el otro sirviente toco la puerta de Cale una vez más, esperando a que esta se abriera.

No mucho de que se fue Ron dejando al sirviente solo, Cale abrió la puerta lenta y cuidadosamente.