Capítulo 12: "En el amor y la guerra pt.1"

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Inuyasha sentía su cuerpo arder de todas las emociones que experimentaba, en un momento sentía lo que llamaríamos "felicidad", "sorpresa", "ansiedad" y "culpa".

Esta última por pensar en que no podría cumplir su promesa con Koga. Era imposible.

Con esos sentimientos de culpa llego con sus amigos, estos estaban haciendo sus labores diarias, pero al verlo tan ansioso y corriendo lo más que podía, se alarmaron y corrieron hacia él.

— Inuyasha,¿sucede algo? — preguntó Miroku qué fue el primero en acercarse

— Es Sesshomaru...

— Ese miserable perro abandonista, ni lo menciones — dijo Kagome indignada

— No es lo que pensamos...

—¿Entonces que es? — pregunto Sango acercándose por último.

— Si no lo ayudamos va a morir... — dijo por último el hanyoi soltando tantas lágrimas que sus amigos se preocuparon — Por favor yo debo salvarlo, les explicaré el porque en el camino, ahora vamos a mi casa.

Los 3 asintieron siguiendo a Inuyasha a toda velocidad.

                                         [💜]

Por otro lado Irasue estaba conmovida por ver a sus dos nietos. Eran hermosos, definitivamente había hecho las cosas mal.

— Discúlpenme por arruinar a su padre— les dijo tomando las manitas de ambos bebés — si algo le llegara a pasar a padre, jamás me lo perdonaría... Y no habrá otra culpable más que yo, perdón... Les pido perdón desde el fondo de mi corazón.

Les decía llorando muy amargamente, su único hijo estaba en problemas y sus nietos no podían tener un padre, todo porque ella no fue paciente y quería apresurar las cosas. No le importaron los sentimientos de su hijo, ni los de Inuyasha.

Pero con algo de determinación miró a sus nietos nuevamente y sonrió.

— Prometo hacer las cosas bien y traer de vuelta a su padre. — afirmóel agarre en ambas manitas.

— Qué palabras tan conmovedoras, pero se está equivocando, se supone que debe ayudarme a mi querida suegra — Irasue se helo en su puesto, y por inercia tomo a sus nietos.

—¡No tienes nada que hacer aquí Shura! — le gritó tomando a los bebés en sus dos brazos rugiendo con irá, aunque sus nietos lloraban.

— Créame que yo también lo se, sin embargo cuando acabe con lo que tengo que hacer aquí, no tendré nada más.

Le dijo de manera peligrosa lanzando un poderoso ataque qué hizo que la mitad de la casa desapareciera junto a una explosión. Menos mal que ella saltó junto a sus nietos, pero su respiración y su pulso se aceleró.

— Deme a esos bastardos.

— ¡Por supuesto que no!

— ¿Por qué los defiende? — pregunto la deidad corrupta— si usted era la primera en querer matarlos, a ellos y a su respectiva madre.

— ¡Se que hice las cosas mal! — decía Irasue abrazando a sus nietos — Sesshomaru tenía a la pareja perfecta a su lado, y yo los separé... Incluso quise matar a estos pobre niños que no tienen la culpa, pero ahora comprendo que son sangre de mi sangre—la miró de nuevo con odio— Y si alguien quiere hacerles daño, tendrá que pasar sobre mi cadáver.

— Bien. Como quiera — dijo con simpleza haciendo la tierra temblar, abriendo gritas mortales en el piso queriendo enterrarla junto a los bebés.

Irasue usaba toda su fuerza evitando caer en esos vacíos, pero sus heridas aún estaban frescas, no sano del todo como antes. Así que era más difícil.

"Aunque me cueste la vida, no permitiré que les haga daño... Tomoe y Ciel, mis lindos nietos"

                                       
                           [⭐]

El grupo de Inuyasha al ver la gran explosión corriendo con todas sus fuerzas hacia el lugar. La cabeza del hanyoi daba vueltas, sus bebés estaban allí dentro.

"Mi bebés, mis bebés, ¡por favor que estén bien!"

Al llegar encontró a Irasue en el piso, a punto de desmayarse.

— ¡Irasue! — grito tomando a la mujer muy ensangrentada —¡¿Qué ha pasado?! ¡¿Dónde estas mis bebés?!

Inuyasha le gritaba llorando.

— Ella... Se los llevó.

— ¿Quién?

— Shura... La... La deidad de la tierra... — dijo para desmayarse.

— ¡¿Irasue?! —le gritó y la sacudió, sin éxito

— Cálmate Inuyasha, esta muy lastimada para seguir hablando — Kagome había dicho — llevemosla con Kaede.

— Pero mis hijos... —  el hanyoi mordió su labio de la preocupación y sus ojos empezaron a soltar lágrimas de pura amargura.

— Los vamos a encontrar, pero la única que sabe donde están es Irasue y si no despierta, no lo sabremos. — intento calmarlo la sacerdotisa— Créeme yo también los quiero como mis sobrinos, así que tranquilo los traeremos de vuelta.

Inuyasha solo asintió viendo a su "suegra" muy herida y si algo es cierto de todo esto, es que odiaba a Shura con toda su alma.

"Prometo encontrarlos, hijos míos... Y salvar a Sesshomaru"

                             [⭐]

— Tengo que admitir que no son tan feos como pensé — dijo la deidad de la tierra mientras entraba en su templo, que estaba lleno de caros y espinas.

Pasó sin problema bajando las defensas de su mismo templo, las flores carnívoras desconocieron a los bebés, casi atacando los de no ser por Shura.

— Esperen mis lindas flores, aún no quiero matarlos... — dijo sosteniendo a los mellizos — Primero deben estar todos reunidos en familia, para sufrir el doble. Aparte mi querido esposo debe conocer a sus hijos, ¿no sería justo?

Dijo riendo de manera loca, puesto ya no era Shura la que controlaba su cuerpo. La personificación de la corrupción junto con su irá, con su sufrimiento de un amor no correspondido la habían cegado. Borrando todo rasgo de su bondad.

Si bien ella sabía que Irasue solo quería tenerla como aliada, pero sobre todo como un peón para su hijo. Ella se había negado en primer lugar a este matrimonio, sin embargo al ver a Sesshomaru por primera vez, ella quedó enamorada del yokai.

Desde ese momento quiso entregarle su corazón de una forma sincera y pura, pero Sesshomaru solo le dio desprecio, la detesto porque no la amaba. Shura no tenía idea porque su "esposo", la odiaba tanto. Hasta el día que Irasue le contó sobre "Inuyasha", que había sido la primera opción de ella para que siguiera el linaje Inu-taisho.
Solo que después se arrepintió porque Sesshomaru odiaba a su medio hermano, y que ella era la indicada para ese puesto.

Comprendió después de los meses que Sesshomaru nunca la amaría, ya que este amaba a ese hanyoi. Y pronto tendrían hijos, eso la termino de destruir dejando que sus emociones negativas la consumieran, dejando un monstruo sin corazón, en pocas palabras un "destructor  divino"*, que es la forma en la que muta una deidad al comsumirse por el mal.

Ahora solo le importa hacer sufrir a Sesshomaru hasta que este le entregue su corazón solo a ella y olvide a Inuyasha junto a sus hijos.

— Adivina a quiénes te traigo querido. — decía Shura sacando a Sesshomaru del suelo donde lo tenía enterrado — se que querías conocer a tus lindos bastardos...

Porque en el amor y la guerra todo es válido, y Shura hará todo lo que debe para ganar esta guerra en el corazón de su amado.

                           

¡¿Me enamoré de mi hermano?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora