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Jaehyun resolvía a toda prisa los ejercicios que el profesor les había proporcionado, su primer examen no había salido tan bien como le gustaría y una baja calificación no es algo que pudiera permitirse, así que necesitaba todos los puntos extras que pudiera conseguir. Miro a su izquierda, donde se encontraba Minjeong escribiendo a una velocidad increíble. Jaehyun volvió a su cuaderno, intentando aumentar la velocidad. Minjeong era la mejor de la clase, ella al igual que el estaba buscando un lugar en medicina, así que también intentaba todo lo que estaba en sus manos para conseguir la calificación más perfecta.

Estaba a punto de terminar y Minjeong aun no había levantado la mano, Jaehyun festejo internamente, porque el necesitaba mucho más este punto que ella, solo le faltaba una operación, solo una más...

‒ ¿Termino Kim? Permítame revisarlo. ‒ Incrédulo Jaehyun levanto la mirada, el profesor se encontraba revisando los ejercicios de alguien de las mesas de enfrente, era imposible, en esas mesas nunca hacían nada, vio a Minjeong de reojo, se encontraba en la misma situación que él. No, no era posible, pensó, que alguien hubiera terminado no significaba que estuviera bien, aun podía ganar. ‒ Perfecto Kim, pase al pizarrón por favor, ya tiene sus dos puntos. ‒ Le habían robado sus puntos extra y no solo eso, se los había robado alguien de la mesa de enfrente. Agobiado, Jaehyun vio al chico ponerse de pie, era alto, no como el, pero lo era, tenía el cabello tan negro como la noche y su piel era pálida como la nieve y sus ojos, tenía ojos muy peculiares y una mirada de que podría matarte si se te ocurría atreverte a hablarle. Observo al chico realizar todo el procedimiento en el pizarrón y en efecto, sus resultados eran correctos y tenía que admitirlo, tenía una letra preciosa.

Jaehyun salió de su clase sintiéndose algo abatido, iba a tener que esforzarse más, esto solo había sido un caso aislado, pensó. Se acomodo su mochila sobre su hombro y comenzó a avanzar por el pasillo completamente distraído, hasta que choco con alguien más, la persona frente a el pudo caer al piso si Jaehyun no hubiera alcanzado a sostenerlo por el brazo, apenado alzo la mirada para disculparse y se encontró con que la persona con la que había chocado había sido ni más ni menos que el tal "Kim", quien después de dirigirle una mirada de odio absoluto se soltó de su agarre y continuo con su camino.

- Hyunie, ¿Estas bien? ¿Doyoung está bien? Creo que ambos iban en su propio mundo. ‒ El castaño miro al rubio que se había pegado a su brazo y le regalo una sonrisa, que fue correspondida por el contrario. Jungwoo era su rayito de sol sin duda, era el chico más bello que había conocido alguna vez y se sentía muy honrado de poder ser cercano a él, incluso si era solo como amigos.

- Estoy bien Woo, no tienes de que preocuparte, pero ¿Quién es Doyoung? ‒ Jungwoo soltó una de sus risitas angelicales y Jaehyun trato de no suspirar ante ello.

- ¿Cómo no vas a saberlo? Si toma varias clases con nosotros, Doyoung es el chico con el que chocaste, es amigo de Jisoo, el otro día que me acompañaste a la cafetería él estaba con Jisoo, ¿Recuerdas? ‒ El castaño se rasco la cabeza apenado, no lo recordaba, si bien conocía a Jisoo y hablaba de vez en cuando con ella, era solo porque ambos eran cercanos a Woo y el no solía ponerle atención a los demás cuando el rubio estaba cerca.

Después de aquel día en su clase de estadística, Jaehyun sintió que comenzó a encontrarse a Doyoung en todos lados, de las ocho clases que tomaba solo dos no eran con el pelinegro y aun así en las dos restantes solía verlo también cuando iba a recoger a Jungwoo porque si las compartía con él. Sin embargo, le parecía que el chico era muy arisco y grosero, además de muy extraño, era demasiado callado y a su parecer un poco irresponsable, tendía a faltar demasiado a sus clases, también estaba el hecho de que parecía que lo odiaba, siempre que llegaba a encontrar su mirada con la del pelinegro por accidente o que estaban el mismo lugar, este lo veía como si quisiera arrancarle la cabeza y en las pláticas grupales simple y sencillamente fingía que no existía. Jaehyun no pudo evitar sentirse un poco ofendido, aunque también se sentía un poco ridículo, pensando que el pelinegro lo odiaba cuando a lo mejor era así con todo el mundo.

Perdition (Jaedo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora