CAPÍTULO 6

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Christopher.

Pierdo el control al mirar los ojos brillando de...esa mierda.

Lanzo el vaso de vidrio contra la puerta y este se hace añicos en el suelo.

Ella es mía.

Ella no me pudo haber olvidado.

Empujo el librero que está pegado a la pared y madera vuela por todos lados junto a libros y papeles, las botellas de alcohol que hay en el minibar crean un ruido insoportable cuando chocan contra el piso al igual que la computadora.

-Hijo, la cena está servida. - entre todo el caos alcanzo a oír la voz preocupada de Sara.

Ignoro su insignificante presencia y con los minutos sus pasos se vuelven menos posibles de escuchar, lo que me indica que ya se fue.

No tengo porque enojarme ni mucho menos preocuparme. Ella es mía y punto.

Salgo de la oficina y bajo las escaleras.

-¿Todo bien? -dice Reece cuando llego al comedor. Me extraña que no empieze con sus mariconadas pero no digo nada.

Me limito a encojerme de hombros y empiezo a comer con la mirada de todos puesta en mi.

-¿Se les perdió algo?

-No. De hecho, me extraña que no estés mandando a matar al prometido de Rachel.

La comida se vuelve amarga en mi boca al escuchar las palabras de Regina.

-¿Qué?

-Suma dos más dos, Christopher. Según me cuenta Alex , cuando llegaron se la pasaron muy pegados, el estado civil de Rachel es privado al igual que el de Aleksei. Te lo digo de frente. Perdiste a Rachel, perdiste a la única mujer que te amó a ti y que amó a Legión, la única mujer digna de llevar nuestro apellido y todo por la hija de la sirvienta. Lo jodiste todo. -se levanta de la mesa.-Me largo, de lo contrario soy capaz de arrancarte los pequeños huevos que tienes en este puto momento.

Sus tacones resuenan contra el mármol y lo último que escucho por parte de ella es el motor de su lujoso auto.

Miro a Reece y este está más concentrado en su plato que en verme. Me desconcierta el que no me esté sermoneando.

-Si te estás preguntando el por qué no te estoy sermoneando, es simple. Uno no puede ayudar al que no quiere ser ayudado. Te lo dije una y mil veces hace trece años. No la lastimes, no la vuelvas a joder porque si no , yo mismo me la llevo y la voy a esconder para que no me la dañes. Y mira, mi sol se dió cuenta por sí misma de que no merece a alguien como tú. -se levanta de la mesa y se va.

-A mi ni me mires. -Alex se va igualmente. Joder.

Saco mi celular cuando el sonido de notificación sale de este.

Rachel James ha depositado 5.000.000$ en su cuenta, correspondiente a 8940 2186...

¿Qué mierda?

Gracias por el tratamiento del CCT.

Es lo que dice en el pequeño mensaje que viene junto a la notificación.

Subo las escaleras hacia mi habitación y me voy directamente a la cama. Mañana le voy a dejar las cosas claras. Es mía. No se puede casar con nadie que no sea yo.

Rachel.

7:00 am

Rocío el delicioso perfume con aroma a vainilla en mi cuello y muñecas, doy unos últimos retoques a mi cabello y aplico el labial rojo en mis labios.

SWEET REVENGE | 𝐹𝐴𝑁𝐹𝐼𝐶 𝐷𝐸 𝑃𝐸𝐶𝐴𝐷𝑂𝑆 𝑃𝐿𝐴𝐶𝐸𝑁𝑇𝐸𝑅𝑂𝑆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora