Lluvia de Medianoche (Completa, Editando Borrador)

C23 Recuerdos bajo llave

Luego de la entrevista nos fuimos a nuestros apartamento, invite a Jack para que vinieran pero quería un momento a solas con Paris.

Llegamos y pedimos algo para comer, con Damián habíamos decidido no salir mucho, después de anunciar que estábamos juntos, Ester me llamo para que no abriéramos nuestras redes por colapso. Era la primera vez que Damián veía mi casa, mi verdadera casa, era bonita pero descuidada, aunque venia gente siempre a ordenar no tenia nada interesante aquí. Algunos cuadros, las piezas que estaban mas decoradas y el resto todo lo que habían elegido para mi.

—Es muy bonito Diana, no entiendo porque no te gusta— Damián recorría el interior mientras yo estaba en la cocina con vaso de agua escuchando como paseaba por toda la casa.

—No es que no me guste, me encanta el lugar, pero no lo siento mío.

—¿Por que?

—Mira bien Damián, esto no soy yo, yo no decoraría mi casa así, tan triste, casi todo lo elegio Ester con un decoradora porque yo no quería. Lo único que decore fue mi cuarto.

—Entiendo, no estabas bien para pensar en la casa.

—No, lo deje todo a ella, pero mi cuarto era mío, es el único lugar que yo decore. El cuarto de Jack esta decorado por Ester pero con indicaciones de el.

—No vi el cuarto de el, pero el tuyo si que grita tu nombre— Rei, tenia toda la razón, tenia mucho poster nuestros y de otras bandas, fotos, mis instrumentos.

—Dime, donde guardas esas canciones tan misteriosas que no quieres que el mundo conozco— El elevo sus cejas, como si con un simple gesto yo entendiera todo, y si lo entendía, el quería ver esas canciones.

—Esta bien, te mostrare algunas, pero debes saber que no son para nada alegres, la mayoría son escritas solo por mi y en mi peor momento.

—Lo se, pero no hablas mucho de eso, tu dices lo que sientes en la letra de tus canciones no con palabras Diana, necesito entender un poco mas lo que viviste.

—Lo se, por eso te las quiero mostrar. Ven vamos arriba— Subí las escaleras mientras Damián me seguía, entramos al pequeño dormitorio de invitados que nadie usaba, en el vestidor había un cajón con llave. Busque la llave y lo abrí, todas mis canciones estaban allí, guardadas con llave, como si mis secretos estuvieran protegidos por simples papeles que decían todo lo que sentía en ese momento, nunca se la mostré a nadie, ni a Ester, ni a la banda. Tal vez tenia miedo, tal vez vergüenza de mi misma, de sentir todas esas cosas.

Tome cinco de diez canciones, sabia cual era cual. Sabia todo de ellas, aunque no vieran la luz del día, veían mi peor lado, por eso estaban con llave.

—Debo decir que acá están los peores momentos de mi vida, es mi mostró interior, por esta razón jamás verán la luz del día, prefiero que mi nombre quede grabado como la chica de la banda que escribía canciones de amor y alegres, no la que se escondía en el alcohol para tapar sus problemas.

Damián beso mi cabeza y me abrazo, no tomo las hojas, todavía seguían en mi mano como si no las quisiera soltar, sentí como los ojos se me llenaban de lagrimas, se que esa etapa de mi vida termino pero siempre será una marca grande en mi corazón, como algo que no quiero volver a repetir.

—Vamos a escucharlas o leerlas, lo que tu quieras, no necesitan ver la luz del día Diana, no si tu no quieres. Pero en un futuro puedes hacer una nueva canción para ayudar a otras personas que pueden estar pasando por una situación similar a la tuya. No toda la música debe ser alegre o romántica, hay mucho mas y lo sabes. Tu me enseñaste eso.

Escuche sus palabras muy atentamente, seguía rodeada por sus brazos, en su cálido abrazo, me separe de a poco y el tomo mi rostro, con sus pulgares limpio mis lagrimas y beso mis cachetes. Me sonrió y me dio la mano para que vayamos abajo. No las iba a tocar, tenían música pero odiaba cantarlas, odiaba esas canciones, pero necesitaba volver a tocarlas, volver a verlas.