Epílogo

21 2 0
                                    

3 meses después...

En el hospital de Los Ángeles lo único que se escucha eran llantos de bebes. Estábamos en la parte de pediatría. Si no eran bebes eran niños.

Todos teníamos una cara de espanto. Por mi parte no podía creer con la fuerza que estos niños lloraban, pensaba que nunca paraban. Las enfermeras nos dijeron que era normal, que los dejaban llorar porque ya habían cumplido con todo, con todo se referían que ya habían comido, cagado y solo necesitaban dormir.

Luego de unas horas nos llamaron para poder ver a Skay. Jace ya había nacido, pero nadie pudo entrar salvo Max que era el padre.

Todo había sido muy rápido, estábamos grabando en el estudio , Damián me había acompañado, queríamos ver algunas cosas para nuestro casamiento que era en unos meses. Comenzamos a escribir una canción nueva y solo queríamos probar un poco de sonido. Escuchamos un grito de dolor. Cuando me di vuelta solo vi liquido, había roto bolsa.

Rápidamente nuestro equipo se acerco para ayudarla, lo único que se escucha eran gritos. Skay solo soltaba insultos para Max, para mi que la quería levantar del suelo. Llego Ester y no se salvo, nadie se salvo.

Ester movió todos sus contactos para que sus familias pudieran venir para el nacimiento de Jace. La abuela de Skay y los padres de Max.

Entramos a la habitación, teníamos que ir de a pocos Jack, Paris, Damián y yo fuimos juntos.

—Bien, ¿Quién entra primero? — Paris se estaba asomando por la puerta pero no se animaba a entrar.

—Yo no, no después de escuchar a todos esos niños y bebes llorando.

—Este también llora mi amor. Y cuando nosotros tengamos al nuestro también va a llorar.

—Dios no, queda tu embarazado, yo no lo pienso hacer, para que después lloren y no te dejen dormir— Escuchamos como alguien se acercaba porque aunque estábamos hablando despacio, también se escuchaba. Max apareció enfrente de nosotros. Tenia ojeras en sus ojos, estaba todo despeinado, y se encontraba con la bata que le dieron en el hospital.

—Por dios, solo entren ya, no puedo creer que los tenga que venir a buscar para conocer a su sobrino.

—Te juro que estaba por entrar primero- Jack se asomo de atrás de Damián, porque el ya había dicho que no iba hacer el primero en entrar a la cueva del oso. Si, así nombro todo esto.

Max nos hizo un movimiento de cabeza y lo seguimos adentro. Entramos a la habitación que era toda blanca con azul. En una cuna pintada del mismo color se encontraba Jace, Skay estaba sentada en la cama mirando su cuna.

_Mira Jace, vinieron tus tíos. Por fin se animaron a conocerte.

—Si, bueno, los llantos nos asustaron un poco para ser sinceros— Damián se rascaba la cabeza de forma nerviosa. Yo le toque el brazo para que se relajara y me acerque a la cuna de Jace. Skay levanto al bebe para mostrármelo.

—Jace, ella es tu madrina, Diana_ Extendió sus brazos, agarre a Jace con mucho cuidado, temía que se me callera o algo. El niño dormía muy profundamente pero nada le quitaba su belleza.

La nariz era igual a la de Skay recta, su boca era igual a la de Max, gruesa, lo demás digamos que se podía decir que no era parecido a ellos, tez blanca como nieve, era precioso y tal delicado. Se me cayo una lagrima, los demás se acercaron para verlo.

—Es precioso, de verdad es muy hermoso.

—Miren esta cosita. Ven con el tío Jack— Jack sostuvo al bebe de la misma manera que yo lo hice, con delicadeza, se acerco a Paris y luego Damián ambos sostuvieron al bebe. Estuvimos un rato y luego nos fuimos para que pudieran entrar los demás.

Lluvia de Medianoche (Completa, Editando Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora