4.Extraño

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Abrí el refrigerador de mi apartamento.

Genial una botella de vino rosado,un sándwich de hace tres días,unas aceitunas abiertas y una lata de pasta me sonreían en la soledad del refrigerador sin tomar en cuenta mis mascarillas y el rodillo que no eran algo útil en estos instantes,ni siquiera tenía un pedazo de queso para ser lo único que me alimente.

-Tenemos que ir al super,milanesa- le hable a mi perro,la única compañía en estás cuatro paredes,me miraba con las orejas alzadas- creo que eso obliga a ducharme -

Decidí meterme a la bañera para darme el tiempo que necesitaba,había comenzado a trabajar recién en una editorial lo que siempre quise, llevaba un año graduada y recién había comprado mi apartamento pero lo único que me había acompañado los últimos meses era mi soledad y milanesa.

Mi última "relación" si se podría llamar así había durado tres meses y ni siquiera era algo oficial,pero fue en mi último año de universidad y un polvo que había encontrado.

Después de esa larga ducha me vestí con unos jardineros, mi remera de tirantes verde y mis zapas negras,tomé mi bolso y mis audífonos para salir de mi apartamento y caminé lentamente por las calles mojadas de Montevideo.

Al llegar al supermercado y tome un carrito solo buscaba que me alimentará las próximas semanas hasta que tenga que ir a comer con mis padres,no me gustaba eso que el único evento importante en toda mi semana,además de ir al trabajo,sea ir con mis padres a almorzar.Todas mis amigas tenían una vida tan ocupada y perfecta que me daban náuseas cada vez que las veía,deje de ir a nuestras reuniones hace apenas unos días porque no tenía nada interesante y lo que yo pensaba que era algo con lo que me mantenía viva era una cosa más en cualquier vida.

Llegué al pasillo donde estaba el queso,dios jamás dejaría el queso por otra cosa en el mundo podía comerlo a mordidas si fuese posible,el único problema era que yo soy alérgica a los lácteos pero eso no me impedía mantener mi droga viva en mi cuerpo por lo que mi marca de queso vegano era mi salvavidas y al mirar el último paquete en el estante sonreí de forma inconsciente.

Tomé mi celular para cambiar la canción de mis audífonos mientras estiraba mi mano para agarrar el colorido paquete azul,hasta que chocó con un grueso brazo y al levantar mi mirada unos lindos ojos de color café oscuro que me veían de forma intensa y unas cejas pobladas me di cuenta que estábamos demasiado cerca pero ninguno de los dos se apartó,era como si el tiempo se hubiera detenido y todo estuviera pasando en cama lenta.

Mis ojos hicieron un recorrido por ese rostro,tenía algunas líneas de expresión y unos labios delgados al igual que una nariz notoria baje hasta las mejillas donde una barba de pocos días se hacía presente y queriendo regresar a sus ojos unos hoyuelos aparecieron de una forma tierna
mierda me estaban hablando.

Me quite un audífono y en ese momento escuché el ruido del lugar,él también traía audífonos e imitó mi acción.

-Perdona - hablamos al mismo tiempo y el espacio personal se hizo presente -

-No, perdona estaba distraído vos lo tomaste primero -

-Yo también estaba distraída tómalo -

Cállate y tómalo que es lo único que vas a comer en el día

Ahora no conciencia

-Qué dices,en verdad tómalo tú en casa tengo más,no me importa -Extendió el paquete para dejarlo sobre mis manos y en el rose de nuestros dedos sentí una energía que me obligó a volver a mirar sus ojos-

-G-gracias- me obligue a darme la vuelta y tomar mi carrito de compras para comenzar a caminar dándole la espalda me volvi a acodar el audífono mientras giraba al pasillo de al lado obligando a mi mente a no mirar hacia atrás.

One Shots-Enzo VogrincicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora