Kayama, tras una noche memorable con su compañera sexual, Zonnie, se retiró del motel, felíz de que hubiera llegado el sábado. Recordaba lo arduo que había sido el trabajo esa semana, especialmente por el chiquillo insufrible que le hizo proposiciones indebidas. No cesaba de reiterar que era lesbiana, y, además, no pensaba en ninguna circunstancia aceptar a un jovencito de 13 años. Se veían tan insignificantes tratando de conquistarla.
Cambiando de tema, nuestra pelinegra se hallaba un tanto desilusionada al percatarse de que Zonnie no sentía verdadero amor por ella, sino que su relación se limitaba a lo sexual. Se encontraba confundida, por lo que decidió acudir a la cafetería de su amigo Tommie, propietario y camarero de su modesto establecimiento. No contaba con mucha clientela por el momento, tan solo Kayama y una muchacha absorta en su persona, a la que él hacía caso omiso.
Kayama irrumpió en la cafetería, saludando efusivamente a Tommie con múltiples besos en el rostro, como si fueran una pareja recién casada. La mirada de Tommie, sin más, denotaba asco, apartado rápidamente a Kayama.
—Kay, Kay, mira, estoy experimentando con un nuevo enfoque para preparar el café. En lugar de azúcar, estoy utilizando miel, y además lo estoy mezclando con pasta dental. Sé que suena extravagante, ¡pero seguramente tiene un buen sabor! Necesito que seas mi conejillo de indias. ¿Te imaginas ser la primera persona en degustar este excepcional café? Te prometo que cuando mi cafetería sea famosa y salga en la tele, hablaré de lo valiente que fuiste. ¿Qué opinas? — dijo Tommie entregándole a Kayama un vaso con la supuesta mezcla.
— Olvidémoslo, te aprecio mucho pero presiento que tendré diarrea más tarde si tomo eso. — respondió Kayama apartando el vaso.
—¡Mira! Si lo pruebas, te dejaré el vaso por 5 dólares, es una ganga. — insistió Tommie, adoptando una expresión de súplica.
—Ah, que había que pagar por esa mierdita, vaya estafa. — refutó Kayama.
Mientras los dos dialogaban. En ese instante, una atractiva joven, la cual llevaba lentes que ocultaban parcialmente sus ojos, pero destacaba por su esbelto cuerpo, ingresó a la cafetería, capturando de inmediato la atención de Kayama, quien se acercó a ella.
— Continuará. . .
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Desiguales como el limón y la Miel (Parte del multiverso de Kayama's)
RandomKayama, un enigma inescrutable cuya complejidad una vez descifrada te cautivará por completo, erudita maestra cuyo afecto no se concede fácilmente. ¿Acaso esta indescifrable dama, tan ácida como el limón hallará el amor en una señorita tan dulce com...