"¿Por qué pensé que sería diferente?"

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La morena cabellera, desconcertada, optó por entablar diálogo con aquel individuo desconocido.

—¿Quién eres, humanito? ¿Acaso no dispones de tu propia mesa? — Inquirió Kayama.

— Simplemente me pareciste guapa, nada más. Espero que no te incomode mi presencia. — Replicó el hombre perturbador.

Kayama lucía visiblemente incómoda, mas no deseaba llamar la atención de los otros clientes, por lo que al divisar a Nick acercarse con su café, vislumbró la oportunidad de librarse de aquella fastidiosa compañía sin provocar alboroto. Cuando la mujer de anteojos llegó a la mesa, la pelinegra abrió desmesuradamente los ojos, en un intento de que Nick comprendiera la ausencia de familiaridad con el individuo perturbador, logrando así su propósito. Sin embargo, cometió el error de delegar la simple tarea de alejar al intruso a Nick, quien solo percibía la incomodidad de Kayama y, fingiendo un accidente, derramó su café sobre la vestimenta ajena, provocando precisamente lo que Kayama ansiaba evitar: la atención de los demás comensales.

— ¡Oops, fue un descuido! No era mi intención. Ven, ven, permíteme ayudarte a limpiar eso. Hay servilletas en el baño. — Exclamó Nick guiñándole un ojo a Kayama, quien, a pesar de no ser su deseo inicial, acabó por aceptar la ayuda. Mientras tanto, Tommie, ajeno por completo a lo que acontecía en la cafetería, intercambiaba opiniones con un cliente acerca de los beneficios que ofrecía en Dental Cofi.

Nick acompañó a la chica al baño, tomando unas servilletas y acercándose a ella para remediar el desastre ocasionado.

— Mis disculpas si no querías mi ayuda y hubo un malentendido, pero te noté visiblemente incómoda, así que intenté socorrerte", expresó Nick con cierta preocupación.

— No, de hecho, no me sentía para nada cómoda, pero simplemente bastaba con decir  '¿cómo está tu novia?' para ahuyentarlo, ingenua— afirmó Kayama visiblemente molesta pero a su vez aliviada.

—A pesar de haber arruinado tu ropa, te libré de ese hombre, creo que es suficiente, mal agradecida— respondió Nick con un gesto de irritación.

—¿Ahora también debo agradecerte? No es mi culpa que dejen entrar a cualquiera — replicó Kayama.

Nick decidió dar por terminado el intento de limpiar la ropa de la joven y le entregó las servilletas, era evidente que seguiría comportándose de la misma forma desagradable que en las redes sociales.

Tiempo después, Kayama salió de los baños, percatándose de la ausencia del individuo espeluznante en cuestión, experimentó un leve sentimiento de gratitud, su verdadera furia se dirigía hacia Tommie. ¿Qué diantres estaba haciendo mientras ella se hallaba en aprietos? Se cuestionó a sí misma alzando la mirada y contemplando a Tommie como un infante en una juguetería, entablando conversaciones con los clientes, lo cual le sacó una sonrisa. A pesar de la situación con Mich, Kayama se sorprendió al ver que Tommie mantenía un semblante jovial, lo cual la impulsó a correr hacia él y abrazarlo efusivamente.

―Me complace ver que has conseguido clientela, me dispongo a retirarme. ―expresó la joven protagonista mientras salía de la tienda, dejando a nuestro moreno confundido.

La pelinegra abandonaba el café  cuando recibió un mensaje en su dispositivo móvil procedente de Zonnie, que decía "Kayama, te veo en ****** te extraño"

— Continuará. . .

Desiguales como el limón y la Miel (Parte del multiverso de Kayama's)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora