Tommie garabateó en su diminuta libreta de perdidos con entusiasmo por poder inaugurarla.
Kayama se asentó en una mesa cercana a Nick, solicitándole a Tommie un Frapuccino antes de hacerlo. Pasados unos instantes, Nick alzó la mirada de su teléfono móvil y divisó con mayor nitidez a nuestra hermosa pelinegra, percatándose de que se trataba de su enemiga en línea, reconociendo al instante ese rostro tan impecable ¡Claro! ¿Cómo no la reconocí antes? Era lo que rondaba por su mente, mientras inspeccionaba a su alrededor en un intento de escapar de la incómoda situación. Aunque Kayama aún no había había visto como tal su rostro, pues Nick era algo reservada, la incomodidad de coincidir en un mismo lugar con alguien que, en teoría, detestaba se palpaba en el ambiente.
De súbito, irrumpió Zonnie, una bella chica de fatigados ojos, y se instaló de inmediato al lado de Kayama, visiblemente molesta.
—¡KAYAMA! Sabía que te encontraría aquí. Te marchaste del motel sin siquiera despedirte, ni siquiera pagaste la estancia, te había tocado a ti esta vez — explayó Zonnie, acomodándose al lado de Kayama.
—¡Zonnie, linda! Qué sorpresa verte aquí... Oh, disculpa. Esta mañana mi mente estaba en otra parte— musitó Kayama, tomando las manos de Zonnie.
Zonnie, aunque estaba visiblemente contrariada, exhaló un suspiro y esbozó una sonrisa.
—Sea como fuese, al menos deberías haberme despedido adecuadamente. En fin, ¿has recibido la noticia? En una semana se celebrará la boda de Mich y su esposo, seguro que es un momento difícil para Tommie. Deberíamos brindarle nuestro apoyo. Por cierto, ¿dónde se encuentra él? —expresó Zonnie.
Tommie salió del mostrador con tres vasos, dos en una bandeja y uno en su mano. Se acercó primero a la mesa donde Nick estaba sentada y le entregó sus dos cafés, ignorando por completo a Kayama y Zonnie.
—Gracias por los cafés. Supongo que probaré primero tu peculiar mezcla ¿,¿Cómo se llamaba? ¡DENTAL COFI! —comentó Nick mientras daba un sorbo al extraño café, quedando momentáneamente petrificada. A ella realmente le gustaba la menta, pero no de esa manera. La idea no era mala, pero la ejecución sí.
—¿Qué te parece? —preguntó Tommie.
—Bueno... No está mal. ¿Puedo darte algunas sugerencias para mejorarlo? He trabajado en cafeterías y sé que a la gente le podría gustar, solo que no uses directamente pasta dental, ya que ni siquiera está destinada a ser ingerida —respondió Nick.
—¡Contratada! Tu horario será de lunes a viernes de 1 PM a 4 PM —anunció Tommie. Necesitaba personal nuevo y ella parecía ser una buena candidata.
—¿Eh? ¿Trabajar aquí? — los ojos de Nick brillaron. Los astros parecían estar de su parte por primera vez, ya que acababa de ser despedida de su trabajo en un club lésbico cuando su exnovio se infiltró y montó un escándalo.
—¡Claro! Trabajaré aquí. — Afirmó Nick.
Mientras tanto, en la otra mesa, Zonnie y Kayama observaban la escena confundidas, sin saber quién de los dos estaba menos en sus cabales. Aceptar un trabajo de esa manera era extraño, y proponerlo aún más. Parecía que ellos dos se quedarían charlando por un rato, así que Zonnie y Kayama salieron del local, no sin antes Kayama tomar su café de la bandeja de Tommie.
Caminaron en silencio por un rato hasta que Kayama rompió el silencio.
—Lo que dijiste anoche... ¿mantienes tus palabras, verdad? —inquirió con un tono algo triste.
— Kayama, me encantaría corresponderte, pero solo eres un pasatiempo para mí. Te adoro y lo sabes, pero sigo pensando que soy incapaz de sentir amor por ti —respondió Zonnie con una expresión confusa. Era evidente que sentía algo por Kayama, pero más como una obsesión que como amor.
— Si... Me siento muy tonta al haber creído erróneamente que experimentarías algún tipo de afecto romántico hacia mi persona cuando, desde un principio, dejaste claro que nuestra relación se limitaría a lo puramente físico. No obstante, no imploraré su consideración en vano pues ya no lo considero valioso. ¿Planeas reunirte conmigo esta misma noche en el motel una vez más, verdad?— expresó Kayama con un tono de desilusión en su voz.
—Querida, es completamente innecesario que experimentemos sentimientos amorosos mutuos para continuar disfrutando del sexo, nos veremos hoy en el lugar habitual. Hasta luego— respondió Zonnie, depositando un beso en la mejilla de su acompañante.
— Continuará. . .
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Desiguales como el limón y la Miel (Parte del multiverso de Kayama's)
RandomKayama, un enigma inescrutable cuya complejidad una vez descifrada te cautivará por completo, erudita maestra cuyo afecto no se concede fácilmente. ¿Acaso esta indescifrable dama, tan ácida como el limón hallará el amor en una señorita tan dulce com...